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24 abril 2010

NOTICIAS: Plazos fijos: con qué bancos el ahorrista puede ganar hasta un 5% en dólares

El billete verde, en su rol de ancla contra la inflación, permanece adormecido. En tanto, un panorama más calmo hace que los particulares se vuelquen a los depósitos que, si bien no los cubre de la suba de precios, les permite obtener una renta en esa divisa. ¿Qué entidades pagan las mayores tasas?

Contrariando los pronósticos que los ubicaban en franca decadencia, los plazos fijos en pesos no sólo no han perdido terreno sino que, además, volvieron a crecer.

Incluso, hasta son percibidos por los ahorristas como una posibilidad de tener una interesante renta en dólares, dependiendo de la entidad elegida.

El freno en la caída de las tasas de interés (que venían mostrando una merma continua desde fines de 2009), junto con un cambio de percepción sobre la tasa devaluatoria son los motivos que llevaron a que, ahora, los plazos fijos sean vistos como una cobertura, al menos parcial, para los ahorros, ante la suba de precios.

Sucede que el billete verde -por tener que cumplir su rol de ancla ante la inflación- mantiene su ritmo alcista aletargado, creciendo "de a centavitos", tal como viene ocurriendo de un tiempo a la actualidad.

Y esto hace que los analistas avizoren apenas un leve repunte, cercano al 8%, en su cotización hasta fin de año.

En tanto, las tasas de plazos fijos parece no bajar de 10% en promedio.

Y hasta pueden llegar hasta 13% en los bancos que tienen un marketing más agresivo en captación de depósitos.

En definitiva esto da lugar a que, en las condiciones actuales, estas colocaciones puedan implicar una ganancia anualizada de hasta 5% en dólares.

Es una rentabilidad relativamente elevada para un inversor conservador, que supera incluso al margen que puede dejar una inversión inmobiliaria, como el alquiler.

Cabe señalar que, según dan cuenta los operadores inmobiliarios, el incremento en los gastos de mantenimiento -entre otros factores- hizo que la renta "neta" obtenida por una locación se ubique entre el 3% y el 5% anual.

Depósitos
Según cifras de la consultora Econométrica, basadas en el Banco Central, en marzo el saldo de los plazos fijos subió 2,9%, después de haber crecido apenas un 0,6% en febrero. Es decir, los depósitos a plazo tuvieron una variación coincidente con la inflación del mes.

El stock de los depósitos (sin contar los del Estado y las entidades financieras) llegó a $68.200 millones, equivalente a u$s17.516 millones.

“El argentino, cuando hay pánico, compra dólares y los pone en el colchón. Y, cuando hay calma, va al plazo fijo. Es lo que está quedando evidenciado una vez más, porque pasó el momento del ruido político y porque el escenario de dólar tranquilo hace que vuelva el incentivo para dichos depósitos”, dice Pablo Schiaffino, economista jefe de la consultora Chi Square.
Las razones de un efecto péndulo
En febrero, después de un semestre de calma, el mercado cambiario había vuelto a estar movido y se había registrado una fuga de capitales por u$s1.000 millones, en medio del debate sobre las reservas del Banco Central.

Casi como en un juego de opuestos, se enfriaban los plazos fijos, que habían tenido una variación mínima (lo que, en un momento de alta inflación equivale a una caída real).

Pero superada esa instancia -a lo que se sumaron la voluntad política de resolver el canje de deuda y, además, la expectativa de una lluvia de dólares proveniente de las ventas de soja al mundo-, las aguas se mostraron más calmas a los ojos de los ahorristas.

En ese contexto, en marzo el plazo fijo volvió a decir presente y a mostrarse como una atractiva opción frente a la divisa estadounidense que se mantuvo prácticamente sin cambios en el primer trimestre.

Por ello, los expertos empezaron a corregir sus pronósticos a la baja.

Uno de ellos es Miguel Kiguel, quien pasó de una previsión alcista de 11% ($4,25 para fin de año) a otra de 8,3% ($4,15).

“La salida del default le va a sacar presión al mercado cambiario. Cuando vimos que el canje se perfilaba como exitoso con una aceptación de 75%, bajamos la previsión devaluatoria”, justifica Eric Ritondale, analista senior de Econviews.

Y algunos expertos van incluso más allá, como es el caso del economista Miguel Bein, que espera un tipo de cambio de $4,10 para fin de año (devaluación de 7%).

En definitiva, el repunte de $1.900 millones en los plazos fijos ocurrió simultáneamente con una caída en el nivel de la fuga de capitales, que bajó de u$s1.000 millones (febrero) a u$s200 millones (marzo). En otras palabras, el mes pasado los ahorristas pusieron en plazos fijos más del doble del dinero del que destinaron a comprar dólares.

Un piso para las tasas
La pregunta es si esta situación significa un cambio de tendencia (y que los plazos fijos mantendrán su atractivo) o si es un hecho circunstancial, apenas un alto en la irrefrenable dolarización de los ahorros.

“La suba en los depósitos y la caída en la dolarización ocurrida en marzo no fue casualidad. Por el contrario, va a repetirse por lo menos en los próximos meses”, afirma Gustavo Giraldez, director de ZonaBancos.com y ejecutivo del banco Meridian.

El experto justifica su visión en la sobreoferta de divisas que habrá como consecuencia de la exportación de la cosecha agrícola.

“Los inversores quieren buscar una tasa positiva en dólares. Y se dan cuenta que, de momento, el tipo de cambio está tranquilo. Y además ven que las tasas de los plazos ya no pueden bajar más. Así que el plazo fijo se volvió una colocación saludable”, agrega.

Para Giraldez, el interés que los bancos pagan por los depósitos no podrá seguir cayendo porque ello implicaría un desvío demasiado grande respecto de la inflación esperada.

“No creo que la referente, que es la BADLAR, tasa que se paga por las colocaciones superiores al millón de pesos, pueda ir debajo del 9%”. Desde la mitad del año pasado (cuando alcanzó 13,3%) empezó una caída en picada y desde noviembre se ubica debajo del 10 por ciento.

¿Qué tan positivas pueden ser hoy las tasas para quien coloca a plazo fijo? El promedio del mercado es 10,24% para plazos de 60 días, según el relevamiento del Banco Central.

Pero está claro que para el inversor que busca renta no existen los promedios sino que todo dependerá de qué banco se elija, porque siempre hay que recordar que en el mercado hay una fuerte competencia entre las entidades.

Eso hace que hoy se pueda encontrar una gama muy amplia de tasas, desde un ínfimo 4% ofrecido por colocaciones a 30 días en grandes bancos internacionales hasta un atractivo 13% por 90 días.

El listado de las instituciones más competitivas a nivel de tasas está compuesto hoy por La Capital del Plata, Banco Privado de Inversiones, Banco Meridian, Banco Columbia y Finansur. Todas se ubican en torno de 12% por colocaciones mayores a 60 días.

Algunos incluyen planes promocionales que implican un premio sobre dicha tasa, siempre que se supere un determinado monto en el depósito.

La renta, medida en dólares, dependerá de cuál sea la tasa devaluatoria futura. Tomando el caso de una inversión a tres meses, y suponiendo que la paridad del dólar mantendrá su ritmo de deslizamiento actual, puede esperarse una tasa anualizada de hasta 5% en dólares.

¿Se mantendrá esa renta? “Las tasas han mostrado que siguen de manera bastante lineal a las expectativas de devaluación. Desde ese punto de vista, los bancos podrían eventualmente querer bajar algún puntito adicional", analiza Schiaffino, de Chi Square.

"Pero, al mismo tiempo, no tiene mucho margen para hacerlo, porque sabe que el inversor que se queda en pesos asume un riesgo y quiere un premio mayor a aquél que está en dólares”, advierte el analista.
La vuelta de un clásico
La sensación que dejaron las últimas semanas es que el viejo refrán de la city (“dólar para arriba, tasas para abajo; dólar para abajo, tasas para arriba”) está volviendo a cumplirse.

En el segundo semestre del año pasado, los inversores asistieron a un momento raro, en el que simultáneamente se reducía la expectativa devaluatoria y también el atractivo de las tasas, que se desplomaron desde un promedio de 14% a un 9,7% para plazos fijos a 90 días. La justificación que daban los analistas era la gran liquidez del sistema financiero, que no lograba canalizarse a través de préstamos.

Una situación bien diferente a la que se había producido, sin ir más lejos en 2008, cuando con un dólar aplastado por el Banco Central que retrocedía nominalmente, las tasas llegaban a pagar hasta 17%, ofreciendo una jugosa ganancia para quien medía su patrimonio en dólares y reeditando por unos meses la vieja “bicicleta financiera”.

Pero ahora, luego de haber tocado un piso, las tasas (para quien mide su rentabilidad en billete verde) empiezan a recuperar atractivo mientras la divisa estadounidense continuará planchada.

Y la otra dupla, que sigue moviéndose en sentido inverso, es la de la variación de los plazos fijos y la compra de dólares por parte del público. Es decir, un repunte de los depósitos supone que deba esperarse cierta calma en el mercado cambiario. ¿Será ese el escenario de los próximos meses?

Perspectivas
“La fuga de dólares en la Argentina está muy vinculada a la situación financiera internacional y a la expectativa de que el tipo de cambio evolucione encima de la tasa de interés en pesos”, indica el economista Enrique Szewach.

Agrega que la situación actual se mantendrá en el corto plazo, pero cree que, en la medida en que la brecha entre inflación y tipo devaluación siga en los términos actuales, será inevitable un deslizamiento hacia los dólares.

En el mismo sentido se expresó el titular de la consultora M&S, Carlos Melconian, para quien el diferencial de tasas e inflación generará un escenario propicio al ahorro en dólares por parte del público. “No estoy diciendo que va a haber una corrida, tampoco crisis, pero a la hora de decidir qué hacer con la plata, muchos van a preferir dólares”, indicó.

De manera que el dilema del ahorrista vuelve a ser, como en tantas otras ocasiones:

* Obtener una renta dolarizada en los plazos fijos, asumiendo el riesgo devaluatorio si se produce una crisis política.
* Aprovechar el precio teóricamente “barato” del dólar para comprar divisas, aun cuando ello implique una pérdida real contra la inflación.

Los datos del mercado financiero indican que, de momento, una porción importante del público se inclinará por la primera opción. Siempre que la incertidumbre política no provoque un clic.

Fernando Gutiérrez - ©iProfesional.com

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