En un informe preliminar que se presentará esta semana ante el grupo, el organismo financiero evitará recomendar un impuesto a las operaciones financierasEl Fondo Monetario Internacional recomendará gravar los pasivos no depositarios de los bancos o sus ganancias y remuneraciones para sufragar los rescates financieros, afirmaron funcionarios con conocimiento de la propuesta al Grupo de 20 naciones a Bloomberg.
El informe preliminar del fondo, que se les presentará a los ministros de finanzas y directores de bancos centrales del G-20 reunidos en Washington esta semana, no recomienda un impuesto a las operaciones financieras, según las fuentes que pidieron mantener el anonimato porque las conclusiones del FMI no se han publicado aún.
Las autoridades del G-20 están sopesando propuestas de hacer que los bancos carguen con el costo de rescatar al sector después de que los Gobiernos y bancos centrales proveyeron unos u$s11 billones a entidades financieras como la estadounidense Citigroup y la británica Royal Bank of Scotland Group.
“Las propuestas del FMI van a tener un impacto importante en enmarcar lo que es viable a fin de cuentas”, sostuvo Jacob Kirkegaard, becado de investigación del Peterson Institute for International Economics en Washington, en una entrevista.
El informe del FMI llega en respuesta a la solicitud, hecha por los dirigentes del G-20 el año pasado, de examinar cómo el sector financiero puede contribuir a sufragar las medidas con las que Gobiernos han reparado el sistema bancario.
Si bien la institución con sede en Washington presentará un informe definitivo para una discusión de jefes de Estado y de Gobierno en junio, Francia y el Reino Unido han apoyado ya la idea de un impuesto a los bancos, al cual Canadá se opone.
El vocero del FMI, William Murray, se negó a hacer comentarios sobre el contenido del informe. “No hemos rechazado nada”, sostuvo a Bloomberg. “Hemos examinado en detalle los pros y los contras de varias opciones, y los hemos expuesto en el informe”, agregó.
Un impuesto a los pasivos no depositarios gravaría el segmento más arriesgado de la cartera de un banco, y su propósito sería desalentar el endeudamiento excesivo.
Esa propuesta tiene las mejores probabilidades de atraer apoyo en el G-20 porque sería “sumamente difícil hallar terreno común” en cuanto a cómo gravar las bonificaciones, concluyó Kirkegaard.
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