2-9-2010 - El crecimiento se acelera en la eurozona y los consumidores muestran optimismo. Sin embargo, la cautela y el nerviosismo se mantienen en el mercado financiero
El clima económico más soleado llegó a Europa, con la esperanza de que los vientos frescos de Estados Unidos se mantengan alejados, por lo menos por unos meses.
Con Alemania a la cabeza, el desempeño de muchas de las principales economías del continente mejoró de manera visible en las últimas semanas. El crecimiento de la Unión Europea se aceleró marcadamente en los tres meses previos a junio y los indicadores sugieren que el impulso se seguirá hasta bien avanzado el segundo semestre.
El lunes pasado, la Comisión Europea informó que su indicador del “sentimiento económico” de la eurozona había trepado de manera inesperadamente fuerte en agosto. Los consumidores se mostraron más optimistas que en ningún momento desde fines de 2007.
Más allá de los 16 países del área del euro, el Reino Unido tuvo mejor desempeño que EE.UU.; el gobierno de Suecia pronosticó un crecimiento de 4,5% para este año, mientras Polonia, Turquía y Rusia también viven un fuerte rebote, pese a que la economía rusa sufrió por la sequía y los incendios.
De todos modos, se mantiene el nerviosismo en el mercado financiero, el crédito bancario es débil y las condiciones siguen siendo graves en algunas economías del continente. España, Grecia, Irlanda y Portugal están en medio de severos programas de austeridad fiscal.
El riesgo es que los días de verano dejen paso a los fuertes vientos del otoño. En EE.UU., la recuperación económica encontró viento de frente e inevitablemente los efectos se sentirán en el resto del mundo. Pero el desastre no es inminente. En los últimos tiempos la recuperación alemana, liderada por la exportación, estuvo más impulsada por China que por EE.UU., y da señales de ampliarse hacia el sector interno de varios países. La estabilidad del mercado laboral en países como Alemania, Austria, Finlandia e Italia debería alentar el consumo.
Si pese a todos los indicios Alemania tropieza, la economía francesa –que según afirman tiene mayor equilibrio entre las exportaciones y la demanda doméstica– debería seguir impulsando el crecimiento europeo.
Por otra parte, se estima que la política monetaria se mantendrá laxa. Se espera que el Banco Central Europeo anuncie mañana que continuará cubriendo las demandas de liquidez de los bancos de la eurozona hasta principios de 2011.
El clima económico más soleado llegó a Europa, con la esperanza de que los vientos frescos de Estados Unidos se mantengan alejados, por lo menos por unos meses.
Con Alemania a la cabeza, el desempeño de muchas de las principales economías del continente mejoró de manera visible en las últimas semanas. El crecimiento de la Unión Europea se aceleró marcadamente en los tres meses previos a junio y los indicadores sugieren que el impulso se seguirá hasta bien avanzado el segundo semestre.
El lunes pasado, la Comisión Europea informó que su indicador del “sentimiento económico” de la eurozona había trepado de manera inesperadamente fuerte en agosto. Los consumidores se mostraron más optimistas que en ningún momento desde fines de 2007.
Más allá de los 16 países del área del euro, el Reino Unido tuvo mejor desempeño que EE.UU.; el gobierno de Suecia pronosticó un crecimiento de 4,5% para este año, mientras Polonia, Turquía y Rusia también viven un fuerte rebote, pese a que la economía rusa sufrió por la sequía y los incendios.
De todos modos, se mantiene el nerviosismo en el mercado financiero, el crédito bancario es débil y las condiciones siguen siendo graves en algunas economías del continente. España, Grecia, Irlanda y Portugal están en medio de severos programas de austeridad fiscal.
El riesgo es que los días de verano dejen paso a los fuertes vientos del otoño. En EE.UU., la recuperación económica encontró viento de frente e inevitablemente los efectos se sentirán en el resto del mundo. Pero el desastre no es inminente. En los últimos tiempos la recuperación alemana, liderada por la exportación, estuvo más impulsada por China que por EE.UU., y da señales de ampliarse hacia el sector interno de varios países. La estabilidad del mercado laboral en países como Alemania, Austria, Finlandia e Italia debería alentar el consumo.
Si pese a todos los indicios Alemania tropieza, la economía francesa –que según afirman tiene mayor equilibrio entre las exportaciones y la demanda doméstica– debería seguir impulsando el crecimiento europeo.
Por otra parte, se estima que la política monetaria se mantendrá laxa. Se espera que el Banco Central Europeo anuncie mañana que continuará cubriendo las demandas de liquidez de los bancos de la eurozona hasta principios de 2011.
http://www.cronista.com
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