La revista, que es una de las de mayor prestigio en el mundo, consideró que el banco se convirtió en una fuente de desesperación para otras entidades
En una semana trágica para la economía española, una buena noticia llevó un poco de calma al sector bancario de ese país.
Una de las revistas económicas de mayor prestigio, The Economist, sorprendió a los mercados al decir que el Banco Santander, la cuarta entidad financiera del mundo por capitalización, se convirtió en objeto de alabanzas para para envidia de sus competidores.
“Es una guía de esperanza y una fuente de desesperación para otras firmas”, asegura la revista, al tiempo que recuerda que “habiendo comenzado como un pequeño banco regional, ha conseguido salir adelante por sí mismo hasta convertirse en una gran jugador en América Latina”. Y destaca su capacidad para adelantarse a los acontecimientos.
“Copiar su estrategia se ha convertido en tarea muy difícil ahora que la mayoría de los grandes mercados emergentes están, de hecho, cerrados a grandes operaciones de firmas extranjeras. Pese a ello, el banco español está metiendo un pie en Asia, por ejemplo, a través de un pie en Asia en co-operación con el China Construction Bank”.
The Economist repasa la estrategia de crecimiento de la entidad española. Consiste en “construir una profunda presencia retail con una gran cuota de mercado”, como ocurre en Brasil, donde controla el 9%.
Un porcentaje, recuerda la publicación, muy superior a la de otras firmas internacionales y bancos de inversión. Una situación que también hace extrapolable al BBVA , con casi una cuarta parte del mercado mexicano.
Aunque, llegar a tener esta fortaleza no es fácil y lleva mucho tiempo, apunta The Econmist, que repasa la entrada de la entidad cántabra en Brasil en 1997 y los movimientos más recientes en Reino Unido.
El artículo concluye con una pregunta. ¿Qué puede hacer la banca tradicional en Europa y América si quieren expandirse al extranjero?
No pueden replicar la presencia de firmas como Citigroup o HSBC. Tampoco tiene la oportunidad de comprar posiciones en mercados geográficos atractivos, como hizo Santander, y sin tradición para competir en nichos de mercados tan sofisticados como la banca de inversión.
http://finanzas.iprofesional.com
En una semana trágica para la economía española, una buena noticia llevó un poco de calma al sector bancario de ese país.
Una de las revistas económicas de mayor prestigio, The Economist, sorprendió a los mercados al decir que el Banco Santander, la cuarta entidad financiera del mundo por capitalización, se convirtió en objeto de alabanzas para para envidia de sus competidores.
“Es una guía de esperanza y una fuente de desesperación para otras firmas”, asegura la revista, al tiempo que recuerda que “habiendo comenzado como un pequeño banco regional, ha conseguido salir adelante por sí mismo hasta convertirse en una gran jugador en América Latina”. Y destaca su capacidad para adelantarse a los acontecimientos.
“Copiar su estrategia se ha convertido en tarea muy difícil ahora que la mayoría de los grandes mercados emergentes están, de hecho, cerrados a grandes operaciones de firmas extranjeras. Pese a ello, el banco español está metiendo un pie en Asia, por ejemplo, a través de un pie en Asia en co-operación con el China Construction Bank”.
The Economist repasa la estrategia de crecimiento de la entidad española. Consiste en “construir una profunda presencia retail con una gran cuota de mercado”, como ocurre en Brasil, donde controla el 9%.
Un porcentaje, recuerda la publicación, muy superior a la de otras firmas internacionales y bancos de inversión. Una situación que también hace extrapolable al BBVA , con casi una cuarta parte del mercado mexicano.
Aunque, llegar a tener esta fortaleza no es fácil y lleva mucho tiempo, apunta The Econmist, que repasa la entrada de la entidad cántabra en Brasil en 1997 y los movimientos más recientes en Reino Unido.
El artículo concluye con una pregunta. ¿Qué puede hacer la banca tradicional en Europa y América si quieren expandirse al extranjero?
No pueden replicar la presencia de firmas como Citigroup o HSBC. Tampoco tiene la oportunidad de comprar posiciones en mercados geográficos atractivos, como hizo Santander, y sin tradición para competir en nichos de mercados tan sofisticados como la banca de inversión.
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