Washington, DC, 23 de abril. Un grupo de 20 países avanzados y en desarrollo que concentra 80 por ciento de la producción mundial, del que forma parte México, rechazó este viernes la propuesta de imponer un impuesto a los bancos para evitar que en el futuro el costo de los rescates financieros sea cargado a los contribuyentes.
"No hubo acuerdo sobre un impuesto bancario global", dijo esta tarde Jim Flaherty, ministro de finanzas de Canadá, en una conferencia de prensa en que presentó las conclusiones de la reunión del Grupo de los 20 (G-20) países avanzados y en desarrollo.
El G-20 refleja el peso de los países emergentes en la economía mundial y tiene una mayor representación geográfica, al incluir entre sus miembros a naciones de América Latina (México, Argentina y Brasil) y África.
Bernice Romero, vocero de Oxfam, organización no gubernamental que ha impulsado la creación del impuesto a operaciones bancarias, dijo después del anuncio de Flaherty que los ministros del G-20 deberán enfrentar a los contribuyentes de los países.
"Podrá haber resistencia ahora de los ministros a los impuestos bancarios, pero cuando estos ministros del G-20 regresen a sus países deben encarar a los contribuyentes y explicarles porque no deben olvidar quién ha pagado por todo el problema que causaron los bancos".
Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó al G-20 la creación de impuestos a las operaciones bancarias, con el fin de evitar que los contribuyentes deban cargar en el futuro con el costo de los rescates, como ocurrió hace 15 años en México, o el año pasado en Estados Unidos y Gran Bretaña.
El G-20, que se reunió en el marco de la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial, no logró superar las divergencias entre sus miembros para avalar este tipo de impuestos.
El comunicado emitido por el Grupo de los 20 al término de su reunión indicó que las opciones para evitar transferir dinero de los contribuyentes en futuras crisis bancarias "deberán elaborarse teniendo en cuenta las circunstancias de cada país".
La ministra española de finanzas, Elena Salgado, dijo aquí que su país está a favor de que se analicen todas las propuestas de regulación al sistema financiero, "pero sin someter a las instituciones bancarias a cargas excesivas que pudieran restringir el crédito y poner en riesgo la recuperación o no propiciar esa recuperación".
http://www.jornada.unam.mx
"No hubo acuerdo sobre un impuesto bancario global", dijo esta tarde Jim Flaherty, ministro de finanzas de Canadá, en una conferencia de prensa en que presentó las conclusiones de la reunión del Grupo de los 20 (G-20) países avanzados y en desarrollo.
El G-20 refleja el peso de los países emergentes en la economía mundial y tiene una mayor representación geográfica, al incluir entre sus miembros a naciones de América Latina (México, Argentina y Brasil) y África.
Bernice Romero, vocero de Oxfam, organización no gubernamental que ha impulsado la creación del impuesto a operaciones bancarias, dijo después del anuncio de Flaherty que los ministros del G-20 deberán enfrentar a los contribuyentes de los países.
"Podrá haber resistencia ahora de los ministros a los impuestos bancarios, pero cuando estos ministros del G-20 regresen a sus países deben encarar a los contribuyentes y explicarles porque no deben olvidar quién ha pagado por todo el problema que causaron los bancos".
Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó al G-20 la creación de impuestos a las operaciones bancarias, con el fin de evitar que los contribuyentes deban cargar en el futuro con el costo de los rescates, como ocurrió hace 15 años en México, o el año pasado en Estados Unidos y Gran Bretaña.
El G-20, que se reunió en el marco de la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial, no logró superar las divergencias entre sus miembros para avalar este tipo de impuestos.
El comunicado emitido por el Grupo de los 20 al término de su reunión indicó que las opciones para evitar transferir dinero de los contribuyentes en futuras crisis bancarias "deberán elaborarse teniendo en cuenta las circunstancias de cada país".
La ministra española de finanzas, Elena Salgado, dijo aquí que su país está a favor de que se analicen todas las propuestas de regulación al sistema financiero, "pero sin someter a las instituciones bancarias a cargas excesivas que pudieran restringir el crédito y poner en riesgo la recuperación o no propiciar esa recuperación".
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