6-7-2010 - Es impulsada por México y la Argentina, cuya alta inflación es vista por la entidad como un gran
La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) es buen lugar para ilusionarse. Está ubicada en el Palacio de la Magdalena, con vista a un mar Cantábrico bien azul, con la temperatura templada de Santander en el verano español. Allí, el director general de la división América del Banco Santander (dueño del Santander Río en la Argentina), Francisco Luzón, predijo ayer, escoltado por pinturas de los actuales reyes de España, que la bancarización en América latina aumentará del 30 por ciento del crédito, en relación con el PBI, al 42 por ciento en cinco años, sobre todo gracias a la Argentina y México.
El crédito argentino se elevaría del 10 al 25 por ciento del PBI. Pero aclaró que para ello hay que reducir la inflación, que es "un problema grave". Luzón, que en otras oportunidades había criticado con dureza al matrimonio Kirchner, ayer omitió alusiones directas y opinó: "Si los ciudadanos no confían en que el país es sostenible, no van a ahorrar", lo que a su vez es clave para que haya crédito.
"Pero hay una conciencia clara en el país de que hay que resolver la inflación. Es muy bueno que el Indec sea creíble porque para la inflación lo fundamental son las expectativas. Cuanto menos, tenemos un proyecto para normalizar el Indec", se entusiasmó Luzón.
Claro que esa iniciativa apenas tiene dictamen de comisión en el Senado y no será fácil que se apruebe en el recinto o que la presidenta Cristina Kirchner se resista a vetarla.
El presidente del Santander Río, Enrique Cristofani, dijo que "en teoría" seguirán los pagos con tarjeta de crédito en 50 cuotas sin interés, más allá de que haya pasado ya la euforia por comprar un televisor para el Mundial (ver aparte).
Condiciones
Más allá del desbordante optimismo en el crecimiento de América latina, incluida la Argentina, en la próxima década, en contraste con la crisis de España, Luzón fue más allá en las condiciones necesarias para la bancarización. "¿Cómo hacer que el sistema financiero argentino, que es muy pequeño, sea una pieza clave del sistema económico del país? Primero, voluntad política. También necesitamos el compromiso de los bancos por bancarizar el país. En los últimos ocho años hemos crecido persistentemente en empleos, clientes y sucursales. Tenemos el 11% del mercado, pero no me preocupa tener el 13% sino que el mercado sea más grande", opinó el jefe del Santander para América latina.
Cristofani pronosticó que el Santander Río abrirá nuevas sucursales "en los próximos doce meses", pasará de 276 a 300. "Y vamos a tener 600 empleados más. Estamos creciendo con la tercerización de servicios para Uruguay y España. La Argentina ofrece una combinación de buenos costos y know how ", dijo.
En cuanto a la voluntad política, el diputado oficialista Carlos Heller impulsa un proyecto de mayor regulación financiera con el argumento de que estimulará el crédito. "Lo probable es que la ley de reforma financiera llegue al recinto -admitió Cristofani-. Esperemos que se trate bien, que se vea cómo hacemos para que haya más ahorro. La magia no nos ha llevado a tener más ahorro."
Cristofani y Luzón difieren a la hora de evaluar el riesgo de que la política perjudique la economía. El presidente del Santander Río está tranquilo porque percibe "menos ideología" de los políticos en materia económica. En cambio, Luzón advierte: "No me atrevo a decir que [el proceso electoral] no [dañará la economía]". Pero reconoció que el "riesgo político" y la falta de consenso también imperan en España. "La Argentina tiene instituciones. Lo difícil es cómo funcionan. ¿Qué falta? Previsibilidad. Si el Gobierno y la oposición pudieran el año que viene hacer un agenda de políticas de Estado, la economía crecería (en 2011) 7 u 8 por ciento, y no sólo 4 por ciento", fantaseó Luzón, pero después admitió: "No sé si estoy escribiendo una carta a los Reyes Magos".
Alejandro Rebossio - http://www.lanacion.com.ar
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