4-6-2010 - LA TASA BADLAR SUPERÓ AYER EL 10% ANUAL POR PRIMERA VEZ EN MÁS DE CUATRO MESES.
La lenta apreciación del dólar a nivel local, fue interpretada como una potencial amenaza para los ahorros bancarios. El efecto aumentará aún más el costo de los créditos para la gente
Las tasas de interés en los bancos locales empiezan a moverse y a dejar más lejos, ahora, el objetivo de hacer más accesibles los créditos para el público y para las empresas en el país. La crisis europea, el contagio global, la aversión al riesgo y, como siempre, la obsesión de los ahorristas argentinos por el dólar desempolvaron en los últimos días el costo del dinero en el mercado local, como no hacían desde hace mucho tiempo atrás. La tasa que pagan los plazos fijos mayoristas a 30 días (la Badlar) perforó ayer el nivel de 10% por primera vez en más de cuatro meses (10,0625); los préstamos entre bancos a un día (el call money) se encarecieron del 8,50% al 8,80% desde principios de mayo, y el interés por adelantos en cuenta corriente escaló 50 puntos básicos, a más de 10%.
El escenario es reflejo de la decisión que tomaron las entidades locales de “salir a cubrirse” ante la amenaza de una fuga de depósitos en el sistema. Sucede que, cada vez el dólar se muestra “alcista” como lo hizo en las últimas semanas, los ahorristas se ven estimulados a retirar el dinero de los bancos para comprar divisas y especular con su apreciación.
“Los depósitos en plazo fijo no estuvieron cayendo, pero sí se estancaron bastante. Los bancos han querido que no se les cayera el stock, y por eso subieron un poco las tasas pasivas”, comentó a este diario el analista Juan Manuel O’Donnell, de Econviews. La estrategia tuvo efecto: “En el margen, los minoristas empezaron a subir un poquito”, agregó.
Los futuros de dólar a junio de 2011 mostraron las expectativas de la gente sobre un mayor tipo de cambio hacia fin de año, y avanzaron 5 centavos en los últimos 30 días: de $ 4,28 a $ 4,37. Los depósitos mayoristas fueron los que cayeron con más fuerza, desde mediados de mayo, en unos $ 800 millones, de los $ 30.170 millones a los $ 29.278 millones. La tendencia sumó incertidumbre sobre la liquidez de los próximos meses y empujó los contratos de tasas de interés en el Mercado Abierto Electrónico, de 12,85% a 13,7% para los plazos a fin de año. “A la Argentina se la ve en este contexto como un país riesgoso. Eso se percibe en la suba del riesgo país y el Credit Default Swap (CDS).
Con este riesgo, la gente tiene más incertidumbre y no quiere depositar en los bancos”, comentó a este diario un analista privado. Con todo, en el mercado explican que el interés de los depósitos está más vinculado a la evolución de la cotización del dólar, a nivel local, que de la restricción en la liquidez que se siente en el planeta. “La Badlar está bastante disociada de la suba del interés a nivel global. Los bancos no se financian con líneas del exterior. El mercado es chico y bien doméstico, y esto sólo le pega demasiado en el margen”, consideró un economista. “Lo que encarece las tasas es tener una expectativa inflacionaria tan alta, estimada hoy en el 25% para los próximos doce meses, y saber que el tipo de cambio va a ser más alto”, agregó.
La presión que todos le deparan al billete es claramente alcista. Pero, a la vez, el mercado confía en que el Banco Central va a lograr mantenerlo en la franja que fue pautada en el presupuesto nacional para este año: un promedio del 3,95%. Eso permite pensar, por ejemplo, para la consultora Econviews, en un billete a $ 4,15 para el 31 de diciembre próximo.
La entidad de Marcó del Pont lleva vendidos u$s 200 millones esta semana, en su esfuerzo por contener el avance de la divisa. Lo habitual, en esta época del año, es que el Banco Central encuentre espacio para engrosar sus reservas, con la adquisición de la sobreoferta de divisas que empieza a verse entre los meses de mayo y junio por las liquidaciones de las grandes compañías, tras la cosecha gruesa.
http://www.zonabancos.com
La lenta apreciación del dólar a nivel local, fue interpretada como una potencial amenaza para los ahorros bancarios. El efecto aumentará aún más el costo de los créditos para la gente
Las tasas de interés en los bancos locales empiezan a moverse y a dejar más lejos, ahora, el objetivo de hacer más accesibles los créditos para el público y para las empresas en el país. La crisis europea, el contagio global, la aversión al riesgo y, como siempre, la obsesión de los ahorristas argentinos por el dólar desempolvaron en los últimos días el costo del dinero en el mercado local, como no hacían desde hace mucho tiempo atrás. La tasa que pagan los plazos fijos mayoristas a 30 días (la Badlar) perforó ayer el nivel de 10% por primera vez en más de cuatro meses (10,0625); los préstamos entre bancos a un día (el call money) se encarecieron del 8,50% al 8,80% desde principios de mayo, y el interés por adelantos en cuenta corriente escaló 50 puntos básicos, a más de 10%.
El escenario es reflejo de la decisión que tomaron las entidades locales de “salir a cubrirse” ante la amenaza de una fuga de depósitos en el sistema. Sucede que, cada vez el dólar se muestra “alcista” como lo hizo en las últimas semanas, los ahorristas se ven estimulados a retirar el dinero de los bancos para comprar divisas y especular con su apreciación.
“Los depósitos en plazo fijo no estuvieron cayendo, pero sí se estancaron bastante. Los bancos han querido que no se les cayera el stock, y por eso subieron un poco las tasas pasivas”, comentó a este diario el analista Juan Manuel O’Donnell, de Econviews. La estrategia tuvo efecto: “En el margen, los minoristas empezaron a subir un poquito”, agregó.
Los futuros de dólar a junio de 2011 mostraron las expectativas de la gente sobre un mayor tipo de cambio hacia fin de año, y avanzaron 5 centavos en los últimos 30 días: de $ 4,28 a $ 4,37. Los depósitos mayoristas fueron los que cayeron con más fuerza, desde mediados de mayo, en unos $ 800 millones, de los $ 30.170 millones a los $ 29.278 millones. La tendencia sumó incertidumbre sobre la liquidez de los próximos meses y empujó los contratos de tasas de interés en el Mercado Abierto Electrónico, de 12,85% a 13,7% para los plazos a fin de año. “A la Argentina se la ve en este contexto como un país riesgoso. Eso se percibe en la suba del riesgo país y el Credit Default Swap (CDS).
Con este riesgo, la gente tiene más incertidumbre y no quiere depositar en los bancos”, comentó a este diario un analista privado. Con todo, en el mercado explican que el interés de los depósitos está más vinculado a la evolución de la cotización del dólar, a nivel local, que de la restricción en la liquidez que se siente en el planeta. “La Badlar está bastante disociada de la suba del interés a nivel global. Los bancos no se financian con líneas del exterior. El mercado es chico y bien doméstico, y esto sólo le pega demasiado en el margen”, consideró un economista. “Lo que encarece las tasas es tener una expectativa inflacionaria tan alta, estimada hoy en el 25% para los próximos doce meses, y saber que el tipo de cambio va a ser más alto”, agregó.
La presión que todos le deparan al billete es claramente alcista. Pero, a la vez, el mercado confía en que el Banco Central va a lograr mantenerlo en la franja que fue pautada en el presupuesto nacional para este año: un promedio del 3,95%. Eso permite pensar, por ejemplo, para la consultora Econviews, en un billete a $ 4,15 para el 31 de diciembre próximo.
La entidad de Marcó del Pont lleva vendidos u$s 200 millones esta semana, en su esfuerzo por contener el avance de la divisa. Lo habitual, en esta época del año, es que el Banco Central encuentre espacio para engrosar sus reservas, con la adquisición de la sobreoferta de divisas que empieza a verse entre los meses de mayo y junio por las liquidaciones de las grandes compañías, tras la cosecha gruesa.
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