6-6-2010 - Los disidentes atribuyen la crisis en Grecia al gasto de 9,000 mde durante las olimpiadas de 2004; las críticas aumentaron a raíz de las denuncias que acusan los directivos de recibir sobornos.
Los Gobiernos en Atenas no equilibran el presupuesto desde hace casi 40 años y el Gobierno evitó por poco la quiebra en mayo, cuando sus socios europeos aprobaron con renuencia un paquete de rescate.
Si bien la crisis de deuda que agobia a Grecia y estremece a la Unión Europea obedece a una serie de factores, muchos se preguntan si uno de los principales no es el enorme costo de los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004.
Esta no sería la única causa del desbarajuste financiero nacional, pero sí un símbolo de lo que anda mal en Grecia.
El punto de partida de su argumentación es la docena de sedes olímpicas desiertas, cercadas y patrulladas por guardias privados. Stella Alfieri, una líder de la campaña contra los juegos, dijo que allí empezó la caída de los Gobiernos en los gastos desenfrenados.
"Siento que esto me da la razón, pero es una tragedia para el país... Explotaron los sentimientos de orgullo del pueblo griego y hubo quien lucró con ellos", dijo Alfieri, ex congresista por un pequeño partido de izquierda. "Se derrocharon fondos de manera irresponsable".
Los juegos costaron casi 9,000 millones de euros (11,000 millones de dólares a la tasa de cambio actual), el doble del presupuesto original. Esta cifra no incluye los grandes proyectos de infraestructura terminados a último momento y a un costo inflado. En los meses anteriores a los juegos, los trabajos de construcción se realizaban las 24 horas del día.
El costo de la seguridad superó los 1,000 millones de euros (1,200 millones de dólares).
Seis años después, el uso de más de la mitad de las sedes olímpicas de Atenas es escaso o nulo. La larga lista de instalaciones desiertas incluye un campo de béisbol, una enorme pista de canotaje y arenas construidas para deportes de escaso público como el tenis de mesa, el hockey sobre césped y el yudo.
Los proyectos que pretendían transformar algunas sedes en centros recreativos por ejemplo, la pista de canotaje en un parque acuático, están empantanados en los tribunales, impugnados por organizaciones vecinales o los bizantinos reglamentos de construcción.
Las críticas han arreciado desde que el parlamento inició una investigación ante denuncias de que la empresa alemana Siemens pagó sobornos para obtener contratos antes de los juegos.
Un ex ministro de transportes, quien confesó haber recibido más de 100,000 euros de Siemens como donación de campaña, fue acusado de lavado de dinero.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, considera "injusto" vincular la crisis de deuda con los juegos. Sostiene que Atenas sigue cosechando beneficios de la reforma de sus sistemas de transporte e infraestructura.
"Estas son cosas que dejan un legado muy bueno a la ciudad... Claro que hubo gastos. La construcción de un aeropuerto nunca es gratuita", dijo el presidente.
"Si Atenas siguiera retrasada, la economía probablemente estaría en un estado mucho peor que el de ahora".
Los directivos olímpicos griegos insisten que la magnitud de los problemas financieros del país, con su abrumadora deuda nacional de 310,000 millones de euros, es demasiado grande para atribuirla al presupuesto de los juegos.
En esto coinciden algunos expertos en finanzas.
"Puesto en su debida proporción, es difícil sostener que los Juegos Olímpicos fueron un factor importante en la crisis financiera griega. Sin embargo, es probable que hicieran un aporte modesto al problema", dijo Andrew Zimbalist, un economista estadounidense que estudia el impacto financiero de grandes eventos deportivos.
"Las instalaciones no utilizadas o subutilizadas son un problema, y los costos de mantenimiento y operación siguen pesando. Dicho eso, Atenas también se benefició con el desarrollo de la infraestructura, y la deuda pública griega es de 400,000 millones de dólares".
Nassos Alevras era ministro en un Gobierno socialista anterior y el principal funcionario en materia de proyectos olímpicos. Sostiene en que los juegos dejaron una ganancia neta, incluyendo la promoción del turismo.
"El problema del uso de las sedes es una historia triste... Se archivaron los planes para su uso postolímpico", dijo Alevras.
Pero añadió que "el dinero gastado en las Olimpíadas equivale a la cuarta parte del déficit presupuestario del año pasado. ¿Cómo se puede considerar que el monto gastado en siete años de preparacíón de los Juegos Olímpicos sea responsable de la crisis? Es irracional.
http://www.cnnexpansion.com
Los Gobiernos en Atenas no equilibran el presupuesto desde hace casi 40 años y el Gobierno evitó por poco la quiebra en mayo, cuando sus socios europeos aprobaron con renuencia un paquete de rescate.
Si bien la crisis de deuda que agobia a Grecia y estremece a la Unión Europea obedece a una serie de factores, muchos se preguntan si uno de los principales no es el enorme costo de los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004.
Esta no sería la única causa del desbarajuste financiero nacional, pero sí un símbolo de lo que anda mal en Grecia.
El punto de partida de su argumentación es la docena de sedes olímpicas desiertas, cercadas y patrulladas por guardias privados. Stella Alfieri, una líder de la campaña contra los juegos, dijo que allí empezó la caída de los Gobiernos en los gastos desenfrenados.
"Siento que esto me da la razón, pero es una tragedia para el país... Explotaron los sentimientos de orgullo del pueblo griego y hubo quien lucró con ellos", dijo Alfieri, ex congresista por un pequeño partido de izquierda. "Se derrocharon fondos de manera irresponsable".
Los juegos costaron casi 9,000 millones de euros (11,000 millones de dólares a la tasa de cambio actual), el doble del presupuesto original. Esta cifra no incluye los grandes proyectos de infraestructura terminados a último momento y a un costo inflado. En los meses anteriores a los juegos, los trabajos de construcción se realizaban las 24 horas del día.
El costo de la seguridad superó los 1,000 millones de euros (1,200 millones de dólares).
Seis años después, el uso de más de la mitad de las sedes olímpicas de Atenas es escaso o nulo. La larga lista de instalaciones desiertas incluye un campo de béisbol, una enorme pista de canotaje y arenas construidas para deportes de escaso público como el tenis de mesa, el hockey sobre césped y el yudo.
Los proyectos que pretendían transformar algunas sedes en centros recreativos por ejemplo, la pista de canotaje en un parque acuático, están empantanados en los tribunales, impugnados por organizaciones vecinales o los bizantinos reglamentos de construcción.
Las críticas han arreciado desde que el parlamento inició una investigación ante denuncias de que la empresa alemana Siemens pagó sobornos para obtener contratos antes de los juegos.
Un ex ministro de transportes, quien confesó haber recibido más de 100,000 euros de Siemens como donación de campaña, fue acusado de lavado de dinero.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, considera "injusto" vincular la crisis de deuda con los juegos. Sostiene que Atenas sigue cosechando beneficios de la reforma de sus sistemas de transporte e infraestructura.
"Estas son cosas que dejan un legado muy bueno a la ciudad... Claro que hubo gastos. La construcción de un aeropuerto nunca es gratuita", dijo el presidente.
"Si Atenas siguiera retrasada, la economía probablemente estaría en un estado mucho peor que el de ahora".
Los directivos olímpicos griegos insisten que la magnitud de los problemas financieros del país, con su abrumadora deuda nacional de 310,000 millones de euros, es demasiado grande para atribuirla al presupuesto de los juegos.
En esto coinciden algunos expertos en finanzas.
"Puesto en su debida proporción, es difícil sostener que los Juegos Olímpicos fueron un factor importante en la crisis financiera griega. Sin embargo, es probable que hicieran un aporte modesto al problema", dijo Andrew Zimbalist, un economista estadounidense que estudia el impacto financiero de grandes eventos deportivos.
"Las instalaciones no utilizadas o subutilizadas son un problema, y los costos de mantenimiento y operación siguen pesando. Dicho eso, Atenas también se benefició con el desarrollo de la infraestructura, y la deuda pública griega es de 400,000 millones de dólares".
Nassos Alevras era ministro en un Gobierno socialista anterior y el principal funcionario en materia de proyectos olímpicos. Sostiene en que los juegos dejaron una ganancia neta, incluyendo la promoción del turismo.
"El problema del uso de las sedes es una historia triste... Se archivaron los planes para su uso postolímpico", dijo Alevras.
Pero añadió que "el dinero gastado en las Olimpíadas equivale a la cuarta parte del déficit presupuestario del año pasado. ¿Cómo se puede considerar que el monto gastado en siete años de preparacíón de los Juegos Olímpicos sea responsable de la crisis? Es irracional.
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