El Financial Times analiza en un artículo titulado "Bienvenida de vuelta, Argentina" los alcances que tendrá la reapertura del canje. En tal sentido, asegura que para Cristina y para Argentina el regreso "a los mercados de deuda internacionales puede ser perfecto".
La columna de opinión, sostiene que la Argentina "ha tenido muy mala suerte en su elección respecto a cuándo re-ingresar en buenos términos en la comunidad financiera mundial, y su pésima suerte podría continuar".
"Al ganar el enfrentamiento con los partidos de la oposición y su propio Banco Central respecto al uso de reservas como parte de un canje de deuda pendiente, la Presidente Cristina Fernández de Kirchner enfrenta su obstáculo final: convencer a los "holdouts" de la escabrosa renegociación del año 2005 -quienes bloquearon el regreso de Argentina a los mercados de bonos- de aceptar nuevos títulos. Si los rumores de un descuento más leve de lo esperado son ciertos, Fernández de Kirchner triunfaría, pero en un momento duro inclusive para prestatarios soberanos confiables", afirma.
"De la misma manera que cuando un dólar emergente hizo que fuera doloroso mantener el régimen de convertibilidad, los sucesos ajenos a su voluntad harán fracasar el objetivo de Cristina Fernández de mantener el interés de los bonos recientemente emitidos en un único dígito. Si la Argentina hubiera ofrecido mejores términos en su negociación original o en los siguientes dos años -cuando su economía estaba en auge y la tolerancia al riesgo era artificialmente alta-, este problema no habría existido. Ahora, cuando inclusive los países de la Unión Europea giran hacia prestamistas de última instancia, o la tasa de rendimiento norteamericana aflora a valores récords en muchos meses, la carga de la prueba de que no habrá más default es alta", agrega.
"Por supuesto que los problemas de la Argentina son, y siempre han sido, mayormente de cosecha propia. Las políticas económicas erráticas en los años recientes no son la excepción, pero, con la descarga de adrenalina del boom de las commodities y con el previo rechazo a la deuda desdibujándose, Cristina Fernández tiene su propio cronograma en mente: las elecciones del año 2011. Para ella, sino para su país, el momento para regresar a los mercados de deuda internacionales puede ser perfecto", cierra el Financial Times.
Fuente: www.ambito.com
La columna de opinión, sostiene que la Argentina "ha tenido muy mala suerte en su elección respecto a cuándo re-ingresar en buenos términos en la comunidad financiera mundial, y su pésima suerte podría continuar".
"Al ganar el enfrentamiento con los partidos de la oposición y su propio Banco Central respecto al uso de reservas como parte de un canje de deuda pendiente, la Presidente Cristina Fernández de Kirchner enfrenta su obstáculo final: convencer a los "holdouts" de la escabrosa renegociación del año 2005 -quienes bloquearon el regreso de Argentina a los mercados de bonos- de aceptar nuevos títulos. Si los rumores de un descuento más leve de lo esperado son ciertos, Fernández de Kirchner triunfaría, pero en un momento duro inclusive para prestatarios soberanos confiables", afirma.
"De la misma manera que cuando un dólar emergente hizo que fuera doloroso mantener el régimen de convertibilidad, los sucesos ajenos a su voluntad harán fracasar el objetivo de Cristina Fernández de mantener el interés de los bonos recientemente emitidos en un único dígito. Si la Argentina hubiera ofrecido mejores términos en su negociación original o en los siguientes dos años -cuando su economía estaba en auge y la tolerancia al riesgo era artificialmente alta-, este problema no habría existido. Ahora, cuando inclusive los países de la Unión Europea giran hacia prestamistas de última instancia, o la tasa de rendimiento norteamericana aflora a valores récords en muchos meses, la carga de la prueba de que no habrá más default es alta", agrega.
"Por supuesto que los problemas de la Argentina son, y siempre han sido, mayormente de cosecha propia. Las políticas económicas erráticas en los años recientes no son la excepción, pero, con la descarga de adrenalina del boom de las commodities y con el previo rechazo a la deuda desdibujándose, Cristina Fernández tiene su propio cronograma en mente: las elecciones del año 2011. Para ella, sino para su país, el momento para regresar a los mercados de deuda internacionales puede ser perfecto", cierra el Financial Times.
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