12-7-2010 - La agencia Fitch elevó a la categoría B –perspectiva estable- la calificación tanto de la deuda en moneda extranjera, que estaba en "default restringido", como la emitida en moneda local, que estaba en B-. Sin embargo, la calificadora encendió luz amarilla sobre el marco macroeconómico e institucional y de la puesta en duda de la información oficial.
Tras haber completado la reestructuración del canje de deuda que alcanzó el 70,2% de aceptación, la calificadora de riesgo Fitch quitó a la Argentina de la categoría de default.
En un comunicado difundido hoy y que se encuentra disponible en su portal, la calificadora de riesgo tituló "Fitch retira a Argentina del default". En términos concretos, Fitch subió la nota de deuda local de largo plazo en moneda a "B" con perspectiva estable desde el escalón "RD, que significa default restringido.
También subió la calificación de emisor de largo plazo en moneda local a "B" desde "B-", con perspectiva estable, y confirmó la calificación de corto plazo en ‘B’ , un escalón que considera al país fuera del del default.
"El retiro de la calificación "RD" de largo plazo en moneda extranjera refleja la conclusión del segundo canje de deuda", sostuvo el texto. Como resultado de esta última transacción y la de 2005, -se agregó-, "Argentina ha completado la reestructuración de más del 90% de sus bonos impagos en 2001. En opinión de Fitch, esto representa un positivo paso hacia la normalización de la relación con sus acreedores".
La nueva calificación se basó "en el nivel de ingreso per capital comparativamente alto, el alto crecimiento económico en años recientes, en una relativamente favorable composición de la deuda pública y en los ocho años consecutivos de superávit de cuenta corriente".
Asimismo, para el 2010 la calificadora estima un crecimiento de "en torno al 5%", sostenido por el precio de la soja, mejoras en los índices de confianza y la continuación del ascendente gasto fiscal.
Sin embargo, la calificadora encendió la luz amarilla en la solvencia fiscal a futuro. Un marco macroeconómico e institucional "debilitado, la falta de previsibilidad de las políticas y la creciente intervención del estado en la economía limitan las perspectivas de crecimiento de mediano plazo. A su vez, la debilitada credibilidad de la información oficial, particularmente con respecto al PBI, y la inflación también atentan contra la confianza del inversor".
“Mientras que las reservas hoy se encentran por sobre los U$D 50.000 millones (aproximadamente 15% del PBI), el ratio de liquidez internacional de Argentina del 112,7% es bajo en comparación con sus pares. La alta dependencia de los commodities en términos de exportaciones, el flujo de inversión directa extranjera comparativamente bajo y los recientes episodios de huida de capitales alertan a los riesgo sobre las cuentas externas”, sostuvo Erich Arispe, Director del Grupo Soberano de Fitch.
Fitch resultó la primera calificadora que se jugó por aumentar la nota tras el canje de la deuda que concretó el ministro de Economía, Amado Boudou, a un año de su gestión como ministro de Economía. Moody´s y Standard & Poor´s aún siguen con la lupa en los números antes de emitir opinión.
Es de destacar que la reputación de las calificadoras hoy se encuentra en el peor momento, debido a que son acusadas por no haber advertido de la crisis internacional que estalló en deptiembre del 2008.
Durante la última cumbre de la reunión del G20, la presidenta Cristina Kirchner las cuestionó duramente por su papel con la Argentina durante el 2001 y su rol durante la crisis actual. "Antes de la crisis, tenían a Grecia con calificaciones más altas que la Argentina, pese a los buenos indicadores que tenemos en materia económica", había dicho.
Los países europeos, en tanto, pusieron reparon al "oligopolio" de la tres calificadoras del mundo, Fitch, Moody´s y Standard & Poor´s, que son las tres estadounidenses, y avanzan en la promoción de la creación de una calificadora europea.
Por Mara Laudonia - http://www.ieco.clarin.com
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