16-7-2010 - Aprobó la mayor reforma del sistema financiero en décadas. La norma fue aprobada por 60 votos a favor y 39 en contra y cambiará los métodos de supervisión de la banca. La Casa Blanca promete "remodelar" la manera en la que se hacen negocios en Wall Street
El Senado de los Estados Unidos aprobó la mayor reforma del sistema financiero desde la década de 1930, arrojando algo de luz sobre los rincones más oscuros de Wall Street.
Esta reforma es la más ambiciosa de los últimos 70 años y cambiará los métodos de supervisión de la banca por parte del Gobierno de ese país.
La ley fue aprobada por 60 votos a favor y 39 en contra. Sólo un puñado de republicanos se unió a la mayoría demócrata para dar apoyo a la legislación.
Estos votos fueron asegurados sólo en días recientes luego de algunos cambios de último minuto para satisfacer algunas preocupaciones de republicanos ambivalentes sobre cómo pagar por los posibles costos del proyecto.
El texto será ahora enviado para su firma, la próxima semana, al presidente Barack Obama.
La reforma financiera era una de las grandes iniciativas del Presidente para este mandato y probablemente la última que saldrá adelante antes de las elecciones legislativas de noviembre próximo. Vea la nota: "EE.UU. avanza en la reforma de las reglas de Wall Street”.
Una vez promulgada, la Casa Blanca promete "remodelar" la manera en la que se hace negocio en Wall Street y "redefinir" el papel de los reguladores, depositando más poder de supervisión en la Reserva Federal.
"Esta va a ser una ley muy potente, mucho más fuerte de lo que casi todo el mundo había predicho, incluido yo mismo", aseguró el presidente del Comité de Servicios Financieros (House Financial Services Committee), Barney Frank, en declaraciones recogidas por la agencia Bloomberg.
El subsecretario del Tesoro, Neal Wolin, dijo luego del anuncio, durante una conferencia en Nueva York, que el Gobierno está preparado para comenzar la inmediata aplicación de las disposiciones de la ley, que tiene como objeto principal evitar una crisis como la ocurrida en 2008.
"Estamos listos para actuar rápidamente con un sentido firme de propósito y un compromiso para garantizar que nuestro sistema financiero sea seguro y fuerte", dijo Wolin.
Esta aprobación es otra victoria para el presidente de ese país, Barack Obama, que ya logró del Congreso la sanción de una reforma del sistema sanitario, tras un año de duros debates.
En términos generales, el proyecto de ley establece una mayor supervisión del Gobierno, que tendrá más poder, por ejemplo, para liquidar entidades en quiebra o para auditar sus cuentas
La nueva legislación, conocida como Dodd-Frank Act, contiene algunos puntos sensibles como:
* Medidas para reducir el tamaño de firmas cuya envergadura pueda poner en peligro la estabilidad de los mercados
* Pone coto a los fondos de inversión libre (hedge funds)
* Otorga mayores facilidades para que los inversores puedan demandar a las firmas que otorgan calificaciones crediticias.
* Exige mayores exigencias de capital para los bancos
* Regula las transacciones de los mercados de derivados
* Limita los salarios de los banqueros
* Somete a un mayor control a las entidades de calificación de riesgo
* Establece la creación de una Oficina de Protección del Consumidor
* Establece un mecanismo para desmantelar entidades problemáticas, que acaba con el principio de "demasiado grande para quebrar"
"No se puede legislar la integridad, pero si se pueden crear los mecanismos para protegernos y que nunca más pasemos por lo que hemos pasados", dijo el senador Christopher Dodd.
El voto se produjo el mismo día en el que el gigante financiero JP Morgan Chase, el gran ganador de la crisis, presentara un beneficio neto en el segundo trimestre de 4.800 millones de dólares.
Es un 76% más que lo que ganó en el mismo periodo de 2009. Pero a pesar de que rebasó las expectativas, sus títulos se dejaron casi un 2% a media sesión.
El proyecto, que el presidente Barack Obama espera convertir en ley con su firma la próxima semana, implica cambios radicales para la industria de servicios financieros.
Gigantes como J.P. Morgan, Goldman Sachs y Bank of America enfrentarán grandes cambios en casi cada una de los segmentos de sus operaciones, desde las tarjetas de crédito a las negociaciones de derivados, así como a la capacidad de invertir en fondos de cobertura.
Las firmas financieras no sólo enfrentarán ahora nuevos requisitos de capital y apalancamiento, sino también a autoridades reguladoras con una amplia y nueva autoridad para limitar o prohibir comportamiento riesgoso.
Los cambios serán implementados a pesar de los agresivos esfuerzos de Wall Street durante los últimos 12 meses para atenuar o descarrilar el proyecto de ley.
En palabras de Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, la legislación recién aprobada servirá para "terminar con el casino en el que se ha convertido Wall Street".
Los cambios, una vez implementados, abarcarán todas las áreas de los mercados financieros, y afectarán la forma en que los consumidores obtienen tarjetas de crédito y préstamos hipotecarios, dictarán la manera en que el gobierno desmantelará las compañías financieras que fracasen, y dirigirán la atención de los reguladores federales hacia potenciales señales de alerta en la economía.
Rubén Ramallo - © iProfesional.com
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