23-7-2010 - Mucho se habló sobre los exámenes de resistencia a los que se sometieron las entidades del viejo mundo. Pero, ¿en qué consisten?
Las pruebas de resistencia ("stress test") realizadas a los mayores bancos de la Unión Europea (UE) se publican este viernes.
El objetivo de esta singular medida, ya que por primera vez se conocen los resultados, es demostrar la solvencia del sector financiero europeo, que este no está tan mal como algunos creen, publica el diario español El País.
Con este despliegue, Bruselas y los países miembros de la Unión tratarán de convencer a los inversores, que sí han presentado síntomas de angustia en los últimos meses, de que están en disposición de superar un empeoramiento de la economía.
¿Qué son los test de estrés?
Las pruebas de resistencia consisten en simulaciones hechas sobre el papel acerca de la capacidad de los bancos y cajas para enfrentarse a un deterioro general de la economía y algunas de sus secuelas como un aumento del desempleo, el impago de créditos y la devaluación de sus inversiones.
Las consecuencias de todo ello son las mismas: recorte del volumen de negocio y aparición de las pérdidas, particularmente en la cartera de crédito, pero también por el deterioro de activos como los inmobiliarios, destaca El País.
La clave es que los bancos superen estos escenarios adversos con un mínimo nivel de solvencia, que se mide a partir del indicador Tier 1, que en castellano sería decir Nivel 1.
Este coeficiente mide es uno de los que mide la solvencia de los bancos. En este caso computa lo que cada banco tiene en capital más reservas, beneficios no distribuidos y participaciones preferentes perpetuas (o cuotas participativas en el caso de las cajas) para hacer frente a los activos -créditos concedidos, acciones y otras inversiones- de riesgo.
Esto es, el dinero que tienen garantizado, sus recursos propios, frente a aquel que tienen comprometido en alguna inversión no del todo fiable.
Para este ejercicio teórico, los supervisores han fijado un mínimo de Tier 1 del 6%. Cuanto mayor es este porcentaje, mayor es la solvencia, consigna el diario de Madrid.
¿Quién los hace y por qué se publican?
-Las pruebas han sido realizadas por los supervisores nacionales y el comité de supervisores bancarios europeos (CEBS, por sus siglas en inglés). Además, han contado con la colaboración del Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE).
El propósito de los test es demostrar a los mercados que, después de los recursos públicos empleados -4,1 billones de euros entre garantías (avales que las entidades tienen que pagar) o recapitalizaciones (a devolver o no)- y el proceso de fusiones el sistema financiero europeo está saneado.
O lo que es lo mismo, dejar en evidencia a los inversores o analistas que sospechan que los bancos y, por extensión, el conjunto de la economía de la UE está mucho peor de lo que se dice, publica El País.
También servirá para identificar qué entidades están peor preparadas para hacer frente a un agravamiento de la crisis y, en ese caso, tomar medidas para su recapitalización.
¿Qué bancos han sido sometidos al examen?
La lupa de los supervisores se ha colocado especialmente sobre los bancos llamados sistémicos, es decir, aquellas lo suficientemente grandes o con mucha vinculación con el resto cuya caída pondría en riesgo al resto del sistema, pero el alcance del examen varía mucho de un país a otro.
En total, 91 entidades pasarán la prueba, lo que supone examinar al 65% del conjunto del sistema europeo. Entre ellas hay 8 bancos y 19 cajas españolas (que en realidad agrupan a todas las cajas, puesto que muchas de las analizadas son fruto de fusiones virtuales o tradicionales), un tercio del total.
Con estos números, España, que fue el promotor de la iniciativa, es el país que más bancos somete al examen, que alcanza prácticamente al 98% de sus sistema financiero, cuando hay muchos otros países que sólo llegan al 50%. Le sigue Alemania, con 14 entidades, de los cuales cinco son landesbank (bancos propiedad de los Estados regionales y que, al igual que las cajas, no cotizan en Bolsa).
¿Cuáles son los escenarios teóricos de la prueba?
Los supervisores han establecido tres escenarios teóricos que empeoran de forma progresiva para evaluar la capacidad de resistencia de los bancos desde su situación actual. Esto es, si con sus actuales niveles de capital y reservas serían capaces de superar un deterioro del entorno.
Escenario básico: el primero es el más estable económicamente y el menos perjudicial para las entidades. En este marco se han estudiado cómo se comportarán las cuentas de los bancos si se cumplen las previsiones actuales sobre la evolución de la economía
Escenario de deterioro macroeconómico: a partir de aquí las cosas empiezan a complicarse ya que se estudia la reacción de la banca ante una recaída en la recesión. En concreto, se analiza qué efectos tendría en las entidades una caída del Producto Bruto Interno (PBI) del 3% con respecto a las previsiones de la Comisión.
En el hipotético caso de que se hiciese realidad, esta contracción vendría acompañada por el cierre de empresas, un aumento del desempleo y, por tanto, un incremento de impagos en los préstamos con las consecuentes pérdidas.
También se fija un descenso del precio de la vivienda y de sus oficinas, lo que reduciría el valor de sus créditos. Por este motivo, se revisan los activos ponderados por riesgo; las pérdidas por activos financieros, distinguiendo entre hogares y empresas, y el capital resultante después de las ayudas públicas recibidas.
Crisis en la deuda soberana: si la recesión no es suficiente para convencer al mercado, los organismos encargados de supervisar el sistema también han querido añadir un tercer escenario más problemático para poner a prueba la capacidad de resistencia de la banca.
En este, además de los problemas macroeconómicos se establece una supuesta crisis en la deuda soberana. Escaldados por la reciente tragedia griega, los responsables han querido establecer su solvencia en caso de un deterioro del 17% para la deuda de Grecia, lo que significa cobrar menos de lo esperado en concepto de intereses por sus inversiones en deuda soberana, y un 3% de España.
¿Son casos reales?
De acuerdo a El País, durante la pasada recesión, la peor desde que se puso en marcha la UE y en los diez años de vida de la eurozona, el PIB cayó un 4,2% y un 4,1%, respectivamente. Además, por culpa de la crisis, el paro está en máximos históricos mientras, sobre la deuda, el deterioro previsto está en línea con lo sucedido entre marzo y junio en los mercados secundarios.
Por tanto, los parámetros establecidos en los peores escenarios son, de alguna manera, posibles, pero no son los previstos con el escenario actual. De lo que se trata es de ver si las entidades son lo suficientemente solventes para resistir un deterioro de la situación no previsto, pero posible.
¿Cómo se darán a conocer?
Hay una gran expectación por la publicación de los resultados de las pruebas de resistencia, ya que, aunque no es la primera vez que se realizan estos exámenes, si es la primera ocasión en la que se dan a conocer sus conclusiones. Este viernes el comité de supervisores bancarios europeos (CEBS) revelará los primeros datos con una evaluación por países.
¿Qué pasará con las entidades que suspendan?
Junto a los resultados de cada entidad, los responsables darán a conocer las eventuales necesidades de capital de aquellos bancos o cajas que no aprueben el examen en cualquiera de los tres escenarios previstos. Es decir, que no lleguen al Tier 1 del 6 por ciento.
Estas entidades podrán obtener los fondos necesarios para alcanzar este mínimo acudiendo al sector privado y al mercado, aunque si salen mal en el retrato no será barato por que a mayor riesgo o menos fiabilidad, más rentabilidad piden los inversores para aportar su dinero.
En caso de que esta opción no fuese viable, los países de la UE tienen varias opciones -como el macrofondo de emergencia de 500.000 millones creado para apoyar al euro- para optar por inyectar capital de forma directa en las entidades en dificultades.
En el caso español, un reciente cambio legal permite que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) inyecte capital en entidades ahora solventes, pero que en escenarios de estrés puedan no serlo. Será necesario un plan de recapitalización para que el FROB preste esas ayudas.
¿Convencerán a los inversores?
Según el País de España, se espera que, salvo algunos nombres propios, el sistema salga bien parado de las pruebas, sobre todo en el caso español. De hecho, las buenas expectativas sobre sus resultados han motivado durante las últimas semanas una recuperación en los mercados de renta variable y deuda soberana.
Sin embargo, al mismo tiempo hay quien apunta que el hecho de que la mayor parte de entidades vaya a superar los tests sin problemas deja en evidencia que han sido demasiado suaves. Fuentes conocedoras de las pruebas afirman, sin embargo, que al menos en el caso español el ejercicio se ha hecho con gran severidad.
¿Cuáles son las diferencias con los test de Estados Unidos?
EE.UU. fue pionero a la hora de publicar los resultados de los exámenes a sus principales bancos durante la crisis financiera internacional. Sin embargo, a diferencia de aquellas, las condiciones establecidas en los europeos son más exigentes con los bancos y cajas.
http://finanzas.iprofesional.com
Las pruebas de resistencia ("stress test") realizadas a los mayores bancos de la Unión Europea (UE) se publican este viernes.
El objetivo de esta singular medida, ya que por primera vez se conocen los resultados, es demostrar la solvencia del sector financiero europeo, que este no está tan mal como algunos creen, publica el diario español El País.
Con este despliegue, Bruselas y los países miembros de la Unión tratarán de convencer a los inversores, que sí han presentado síntomas de angustia en los últimos meses, de que están en disposición de superar un empeoramiento de la economía.
¿Qué son los test de estrés?
Las pruebas de resistencia consisten en simulaciones hechas sobre el papel acerca de la capacidad de los bancos y cajas para enfrentarse a un deterioro general de la economía y algunas de sus secuelas como un aumento del desempleo, el impago de créditos y la devaluación de sus inversiones.
Las consecuencias de todo ello son las mismas: recorte del volumen de negocio y aparición de las pérdidas, particularmente en la cartera de crédito, pero también por el deterioro de activos como los inmobiliarios, destaca El País.
La clave es que los bancos superen estos escenarios adversos con un mínimo nivel de solvencia, que se mide a partir del indicador Tier 1, que en castellano sería decir Nivel 1.
Este coeficiente mide es uno de los que mide la solvencia de los bancos. En este caso computa lo que cada banco tiene en capital más reservas, beneficios no distribuidos y participaciones preferentes perpetuas (o cuotas participativas en el caso de las cajas) para hacer frente a los activos -créditos concedidos, acciones y otras inversiones- de riesgo.
Esto es, el dinero que tienen garantizado, sus recursos propios, frente a aquel que tienen comprometido en alguna inversión no del todo fiable.
Para este ejercicio teórico, los supervisores han fijado un mínimo de Tier 1 del 6%. Cuanto mayor es este porcentaje, mayor es la solvencia, consigna el diario de Madrid.
¿Quién los hace y por qué se publican?
-Las pruebas han sido realizadas por los supervisores nacionales y el comité de supervisores bancarios europeos (CEBS, por sus siglas en inglés). Además, han contado con la colaboración del Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE).
El propósito de los test es demostrar a los mercados que, después de los recursos públicos empleados -4,1 billones de euros entre garantías (avales que las entidades tienen que pagar) o recapitalizaciones (a devolver o no)- y el proceso de fusiones el sistema financiero europeo está saneado.
O lo que es lo mismo, dejar en evidencia a los inversores o analistas que sospechan que los bancos y, por extensión, el conjunto de la economía de la UE está mucho peor de lo que se dice, publica El País.
También servirá para identificar qué entidades están peor preparadas para hacer frente a un agravamiento de la crisis y, en ese caso, tomar medidas para su recapitalización.
¿Qué bancos han sido sometidos al examen?
La lupa de los supervisores se ha colocado especialmente sobre los bancos llamados sistémicos, es decir, aquellas lo suficientemente grandes o con mucha vinculación con el resto cuya caída pondría en riesgo al resto del sistema, pero el alcance del examen varía mucho de un país a otro.
En total, 91 entidades pasarán la prueba, lo que supone examinar al 65% del conjunto del sistema europeo. Entre ellas hay 8 bancos y 19 cajas españolas (que en realidad agrupan a todas las cajas, puesto que muchas de las analizadas son fruto de fusiones virtuales o tradicionales), un tercio del total.
Con estos números, España, que fue el promotor de la iniciativa, es el país que más bancos somete al examen, que alcanza prácticamente al 98% de sus sistema financiero, cuando hay muchos otros países que sólo llegan al 50%. Le sigue Alemania, con 14 entidades, de los cuales cinco son landesbank (bancos propiedad de los Estados regionales y que, al igual que las cajas, no cotizan en Bolsa).
¿Cuáles son los escenarios teóricos de la prueba?
Los supervisores han establecido tres escenarios teóricos que empeoran de forma progresiva para evaluar la capacidad de resistencia de los bancos desde su situación actual. Esto es, si con sus actuales niveles de capital y reservas serían capaces de superar un deterioro del entorno.
Escenario básico: el primero es el más estable económicamente y el menos perjudicial para las entidades. En este marco se han estudiado cómo se comportarán las cuentas de los bancos si se cumplen las previsiones actuales sobre la evolución de la economía
Escenario de deterioro macroeconómico: a partir de aquí las cosas empiezan a complicarse ya que se estudia la reacción de la banca ante una recaída en la recesión. En concreto, se analiza qué efectos tendría en las entidades una caída del Producto Bruto Interno (PBI) del 3% con respecto a las previsiones de la Comisión.
En el hipotético caso de que se hiciese realidad, esta contracción vendría acompañada por el cierre de empresas, un aumento del desempleo y, por tanto, un incremento de impagos en los préstamos con las consecuentes pérdidas.
También se fija un descenso del precio de la vivienda y de sus oficinas, lo que reduciría el valor de sus créditos. Por este motivo, se revisan los activos ponderados por riesgo; las pérdidas por activos financieros, distinguiendo entre hogares y empresas, y el capital resultante después de las ayudas públicas recibidas.
Crisis en la deuda soberana: si la recesión no es suficiente para convencer al mercado, los organismos encargados de supervisar el sistema también han querido añadir un tercer escenario más problemático para poner a prueba la capacidad de resistencia de la banca.
En este, además de los problemas macroeconómicos se establece una supuesta crisis en la deuda soberana. Escaldados por la reciente tragedia griega, los responsables han querido establecer su solvencia en caso de un deterioro del 17% para la deuda de Grecia, lo que significa cobrar menos de lo esperado en concepto de intereses por sus inversiones en deuda soberana, y un 3% de España.
¿Son casos reales?
De acuerdo a El País, durante la pasada recesión, la peor desde que se puso en marcha la UE y en los diez años de vida de la eurozona, el PIB cayó un 4,2% y un 4,1%, respectivamente. Además, por culpa de la crisis, el paro está en máximos históricos mientras, sobre la deuda, el deterioro previsto está en línea con lo sucedido entre marzo y junio en los mercados secundarios.
Por tanto, los parámetros establecidos en los peores escenarios son, de alguna manera, posibles, pero no son los previstos con el escenario actual. De lo que se trata es de ver si las entidades son lo suficientemente solventes para resistir un deterioro de la situación no previsto, pero posible.
¿Cómo se darán a conocer?
Hay una gran expectación por la publicación de los resultados de las pruebas de resistencia, ya que, aunque no es la primera vez que se realizan estos exámenes, si es la primera ocasión en la que se dan a conocer sus conclusiones. Este viernes el comité de supervisores bancarios europeos (CEBS) revelará los primeros datos con una evaluación por países.
¿Qué pasará con las entidades que suspendan?
Junto a los resultados de cada entidad, los responsables darán a conocer las eventuales necesidades de capital de aquellos bancos o cajas que no aprueben el examen en cualquiera de los tres escenarios previstos. Es decir, que no lleguen al Tier 1 del 6 por ciento.
Estas entidades podrán obtener los fondos necesarios para alcanzar este mínimo acudiendo al sector privado y al mercado, aunque si salen mal en el retrato no será barato por que a mayor riesgo o menos fiabilidad, más rentabilidad piden los inversores para aportar su dinero.
En caso de que esta opción no fuese viable, los países de la UE tienen varias opciones -como el macrofondo de emergencia de 500.000 millones creado para apoyar al euro- para optar por inyectar capital de forma directa en las entidades en dificultades.
En el caso español, un reciente cambio legal permite que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) inyecte capital en entidades ahora solventes, pero que en escenarios de estrés puedan no serlo. Será necesario un plan de recapitalización para que el FROB preste esas ayudas.
¿Convencerán a los inversores?
Según el País de España, se espera que, salvo algunos nombres propios, el sistema salga bien parado de las pruebas, sobre todo en el caso español. De hecho, las buenas expectativas sobre sus resultados han motivado durante las últimas semanas una recuperación en los mercados de renta variable y deuda soberana.
Sin embargo, al mismo tiempo hay quien apunta que el hecho de que la mayor parte de entidades vaya a superar los tests sin problemas deja en evidencia que han sido demasiado suaves. Fuentes conocedoras de las pruebas afirman, sin embargo, que al menos en el caso español el ejercicio se ha hecho con gran severidad.
¿Cuáles son las diferencias con los test de Estados Unidos?
EE.UU. fue pionero a la hora de publicar los resultados de los exámenes a sus principales bancos durante la crisis financiera internacional. Sin embargo, a diferencia de aquellas, las condiciones establecidas en los europeos son más exigentes con los bancos y cajas.
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