14-6-2010 - Entre noviembre del 2009 y mayo del 2010, casi todos los gobiernos del grupo buscaron incentivar de algún modo la entrada de capitales, según la UNCTAD
Todos los miembros del Grupo de los 20 (G-20) excepto la Argentina tomaron algún tipo de política económica para incentivar las inversiones extranjeras entre noviembre del 2009 y el 20 de mayo de 2010, destacó el último informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicado este lunes.
"Hay ciertas medidas de emergencia, destinadas a aminorar los efectos de la crisis, que no favorecen la liberalización de las inversiones", opinó en una rueda de prensa el director de la división de inversiones y empresa de la UNCTAD, James Zhan, también uno de los responsables del documento.
No obstante, Zhan admitió que entre noviembre de 2009 y mayo de 2010 -el periodo que evalúa el informe-, la mayoría de las decisiones de los miembros del G-20 relacionadas con las inversiones se dirigieron hacia una mayor apertura y transparencia para los inversores extranjeros.
En esta generalización no entra la nación gobernada por Cristina Kirchner. De hecho, el documento dado a conocer este lunes marcó explicitamente que en el período citado "todos los países excepto la Argentina tomaron medidas para alentar las inversiones extranjeras directas".
El estudio de la UNCTAD y la OCDE subrayó que la mayoría de medidas vinculadas a las inversiones de los gobiernos de países del G-20 constituyeron actuaciones de "emergencia".
A juicio de la OCDE, el alcance de estas medidas y su efecto potencial en las condiciones de competitividad, especialmente en sectores globalizados como las finanzas o la automoción, "crearon una fuerte sospecha de que influyen en los flujos mundiales de capital".
Así, recuerdó que los líderes del G-20 eran conscientes de ello cuando se comprometieron a "minimizar cualquier impacto negativo en el comercio y en las inversiones de las acciones de políticas internas, entre las que se incluían las de política fiscal y de apoyo al sector financiero", como anunciaron en su encuentro de Londres.
Por ejemplo, el informe señaló que los sectores no financieros afectados por medidas de emergencia en los últimos seis meses abarcan al automovilístico (5 gobiernos tomaron medidas para alentarlo) y al de la agricultura (con medidas de ayuda de cuatro poderes ejecutivos).
También, dos gobiernos del G-20 tomaron decisiones relacionadas con los astilleros, y tres gobiernos otorgaron subsidios a empresas productoras de bienes ecológicos.
En total, según declaró en una rueda de prensa la economista senior de la OCDE, Kathryn Gordon -una de las autoras del estudio-, estas medidas de miembros del G-20 tuvieron influencia en hasta 20.000 contratos de empresas ajenas al sector financiero.
El documento calculó que el legado de las medidas de emergencia del sector público en apoyo del privado -compra de acciones, créditos y avales- hasta el 20 de mayo excedió para los países del G20 el montante de un billón de dólares (820.000 millones de euros).
En particular, Australia, Brasil, Canadá, China, India, Indonesia, Arabia Saudita, y Sudáfrica tomaron medidas específicas con el objetivo de alentar la inversión extranjera directa.
“Casi todos los gobiernos de los ocho países del grupo tomaron políticas que apuntaron a la liberalización de los movimientos de capital o incrementaron la claridad de las regulaciones”, detalló el informe de UNCTAD.
En este lapso también se desarrollaron medidas de inversión relacionadas con la seguridad nacional (Australia) y de emergencia con un impacto potencial en la inversión internacional.
En este sentido, las políticas de emergencia con impacto potencial en los movimientos internacionales de capitales continuaron siendo las más comunes entre los gobiernos del G-20.
El documento realizado en conjunto por la UNCTAD y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) mostró que durante el período, 13 gobiernos introdujeron o continuaron implementando medidas de emergencia.
Entre estos países figuran: Australia, China, Canadá, Francia, Alemania, India, Italia, Japón, Rusia, Sudáfrica, Inglaterra, Estados Unidos y Corea del Sur.
"En general, los gobiernos del G-20 han seguido cumpliendo su compromiso de abstenerse de levantar nuevas barreras a la inversión internacional", destacaron las organizaciones.
"Con la recuperación económica aún frágil y el alto desempleo, las presiones proteccionistas se mantendrán", dijo el Secretario General de la OCDE Angel Gurría.
"Los países deben mantenerse firmes y mantener el comercio internacional y la inversión abiertos para impulsar sus economías”, enfatizó.
La UNCTAD y la OCDE recordaron que los flujos globales de inversión directa habían caído 40% en 2009 respecto a un año antes, aunque para este año se espera un repunte modesto.
En particular, las organizaciones internacionales hicieron hincapié en la importancia del comercio y la inversión para afirmar la recuperación económica, promoviendo la creación de empleo y ayudando a los más pobres del mundo a salir de su situación.
El informe fue preparado para la reunión que los líderes del G-20 mantendrán el 26 y 27 de junio en Toronto, Canadá.
©iProfesional.com
Todos los miembros del Grupo de los 20 (G-20) excepto la Argentina tomaron algún tipo de política económica para incentivar las inversiones extranjeras entre noviembre del 2009 y el 20 de mayo de 2010, destacó el último informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicado este lunes.
"Hay ciertas medidas de emergencia, destinadas a aminorar los efectos de la crisis, que no favorecen la liberalización de las inversiones", opinó en una rueda de prensa el director de la división de inversiones y empresa de la UNCTAD, James Zhan, también uno de los responsables del documento.
No obstante, Zhan admitió que entre noviembre de 2009 y mayo de 2010 -el periodo que evalúa el informe-, la mayoría de las decisiones de los miembros del G-20 relacionadas con las inversiones se dirigieron hacia una mayor apertura y transparencia para los inversores extranjeros.
En esta generalización no entra la nación gobernada por Cristina Kirchner. De hecho, el documento dado a conocer este lunes marcó explicitamente que en el período citado "todos los países excepto la Argentina tomaron medidas para alentar las inversiones extranjeras directas".
El estudio de la UNCTAD y la OCDE subrayó que la mayoría de medidas vinculadas a las inversiones de los gobiernos de países del G-20 constituyeron actuaciones de "emergencia".
A juicio de la OCDE, el alcance de estas medidas y su efecto potencial en las condiciones de competitividad, especialmente en sectores globalizados como las finanzas o la automoción, "crearon una fuerte sospecha de que influyen en los flujos mundiales de capital".
Así, recuerdó que los líderes del G-20 eran conscientes de ello cuando se comprometieron a "minimizar cualquier impacto negativo en el comercio y en las inversiones de las acciones de políticas internas, entre las que se incluían las de política fiscal y de apoyo al sector financiero", como anunciaron en su encuentro de Londres.
Por ejemplo, el informe señaló que los sectores no financieros afectados por medidas de emergencia en los últimos seis meses abarcan al automovilístico (5 gobiernos tomaron medidas para alentarlo) y al de la agricultura (con medidas de ayuda de cuatro poderes ejecutivos).
También, dos gobiernos del G-20 tomaron decisiones relacionadas con los astilleros, y tres gobiernos otorgaron subsidios a empresas productoras de bienes ecológicos.
En total, según declaró en una rueda de prensa la economista senior de la OCDE, Kathryn Gordon -una de las autoras del estudio-, estas medidas de miembros del G-20 tuvieron influencia en hasta 20.000 contratos de empresas ajenas al sector financiero.
El documento calculó que el legado de las medidas de emergencia del sector público en apoyo del privado -compra de acciones, créditos y avales- hasta el 20 de mayo excedió para los países del G20 el montante de un billón de dólares (820.000 millones de euros).
En particular, Australia, Brasil, Canadá, China, India, Indonesia, Arabia Saudita, y Sudáfrica tomaron medidas específicas con el objetivo de alentar la inversión extranjera directa.
“Casi todos los gobiernos de los ocho países del grupo tomaron políticas que apuntaron a la liberalización de los movimientos de capital o incrementaron la claridad de las regulaciones”, detalló el informe de UNCTAD.
En este lapso también se desarrollaron medidas de inversión relacionadas con la seguridad nacional (Australia) y de emergencia con un impacto potencial en la inversión internacional.
En este sentido, las políticas de emergencia con impacto potencial en los movimientos internacionales de capitales continuaron siendo las más comunes entre los gobiernos del G-20.
El documento realizado en conjunto por la UNCTAD y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) mostró que durante el período, 13 gobiernos introdujeron o continuaron implementando medidas de emergencia.
Entre estos países figuran: Australia, China, Canadá, Francia, Alemania, India, Italia, Japón, Rusia, Sudáfrica, Inglaterra, Estados Unidos y Corea del Sur.
"En general, los gobiernos del G-20 han seguido cumpliendo su compromiso de abstenerse de levantar nuevas barreras a la inversión internacional", destacaron las organizaciones.
"Con la recuperación económica aún frágil y el alto desempleo, las presiones proteccionistas se mantendrán", dijo el Secretario General de la OCDE Angel Gurría.
"Los países deben mantenerse firmes y mantener el comercio internacional y la inversión abiertos para impulsar sus economías”, enfatizó.
La UNCTAD y la OCDE recordaron que los flujos globales de inversión directa habían caído 40% en 2009 respecto a un año antes, aunque para este año se espera un repunte modesto.
En particular, las organizaciones internacionales hicieron hincapié en la importancia del comercio y la inversión para afirmar la recuperación económica, promoviendo la creación de empleo y ayudando a los más pobres del mundo a salir de su situación.
El informe fue preparado para la reunión que los líderes del G-20 mantendrán el 26 y 27 de junio en Toronto, Canadá.
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