18-6-2010 - Darío Epstein, presidente de Research for Traders, analiza de una manera práctica las estrategias que pueden seguirse en un contexto de incertidumbre
Suponga que Usted es un inversor que posee u$s10.000 y que busca colocar su dinero de tal manera que, por año, obtenga un rendimiento del 5 por ciento. Esto que hace un tiempo parecía una tarea simple, hoy no lo es dado que el contexto es muy distinto. Los ahorristas estarían encantados con poder hacer un plazo fijo en un Banco al 5% o 6% anual en dólares y seguir dedicándose a sus tareas. Si se trata de un perfil conservador, los rendimientos a los cuales puede apuntar están muy lejos de acercarse al 5%, en especial frente a un escenario de tasas de interés cercanas a cero.
Estados Unidos continúa con su discurso de mantener las tasas en sus mínimos actuales, el Banco Central de Inglaterra una vez más dejó la suya en 0,5% y el Banco Central Europeo difícilmente la incremente desde el 1% actual frente a las dificultades a las que se enfrenta la región.
Hay que tener en cuenta que las tasas de interés están “artificialmente” bajas, y esto lleva a buscar más riesgo para obtener una mínima tasa que justifique ahorrar. El mercado actual apoya al consumidor y no al ahorrista.
En primer lugar se debe descartar un plazo fijo en dólares en Nueva York, donde la tasa anualizada a 1 año daría un retorno de 0,492 por ciento. En segundo lugar, también hay que desechar un título del Tesoro norteamericano ya que, para obtener un rendimiento levemente por encima de 4%, habría que invertir en un bono a 30 años.
Uno de menor plazo, a 10 años, rendiría un 3,25% y otro a 2, un 0,74 por ciento. Algo similar ocurriría con un título del Reino Unido cuyos bonos a 30, 10 y 2 años rinden 4,3%, 3,5% y 0,8%, respectivamente. Las tasas de un bono de Alemania se ubican en 3,4%, 2,7% y 0,5%, según el caso correspondiente. Para Japón son mucho menores aún, rindiendo un bono a 30 años un poco más de 2 por ciento. Cabe recordar que este país se caracterizó por mantener tasas de interés nulas históricamente. Aún España ofrece un rendimiento por debajo del 5% para títulos a 10 años.
Ahora bien, se podría invertir en títulos como los de Portugal o Grecia, aunque claramente esto conlleva un riesgo muy alto. Por el contrario, se podría invertir en el mercado bursátil donde, teóricamente, los rendimientos son mayores que los correspondientes a bonos libres de riesgo como los norteamericanos. Ahora bien, esto trae aparejado un riesgo mayor.
El hecho es que no se debe descartar la inversión en deuda soberana ya que existen otras opciones de títulos denominados en dólares que permiten obtener los rendimientos que el inversor originalmente estaba buscando, es decir, mayores al 5 por ciento. Un bono australiano a 10 años rinde 5,38% mientras que un título público de la misma madurez de Nueva Zelanda alcanza un 5,51 por ciento. Pero no son los únicos.
A continuación se observa una lista de títulos públicos, todos con grados de inversión, con tasas de rendimiento superiores al 5%, ordenados por período de madurez. La diversidad es amplia; hay títulos del Gobierno de Italia -cuya calificación según Standard &Poor´s es A+ y Aa2 para Moody´s- con un rendimiento de 5,68% a vender en 2023.
También están dos bonos del Gobierno de Polonia, con calificación A- y A2 para Standard & Poors y Moody´s respectivamente, con una TIR de 8,9% y 10,1%, ambos con vencimiento a 2024. Éste último es el que presenta el mayor rendimiento dentro de la lista elegida. Un título a menor plazo, aunque con una menor calificación crediticia, es el del Gobierno de Bulgaria a 2015 con una TIR de 5,29 por ciento.
Si un inversor tiene mayor apetito por el riesgo y acepta invertir en un título con una calificación menor a la de grado de inversión, también están los bonos venezolanos, que llegan a rendir un 17,034%, ¿ con un vencimiento a 2016. Según Moody´s, estos títulos entran dentro de grupo de BB- mientras que para Standard & Poor´s pertenece al grupo B2.
Aquí es donde entra el perfil de cada inversor, el rendimiento deseado y el riesgo que está dispuesto a asumir. No se debe olvidar que a mayor retorno, mayor riesgo, lo que no implica que no haya opciones de inversión donde dicho equilibrio se logre optimizar, formando así una cartera eficiente.
Darío Epstein Presidente de Research for Traders ©Especial para iProfesional.com
Suponga que Usted es un inversor que posee u$s10.000 y que busca colocar su dinero de tal manera que, por año, obtenga un rendimiento del 5 por ciento. Esto que hace un tiempo parecía una tarea simple, hoy no lo es dado que el contexto es muy distinto. Los ahorristas estarían encantados con poder hacer un plazo fijo en un Banco al 5% o 6% anual en dólares y seguir dedicándose a sus tareas. Si se trata de un perfil conservador, los rendimientos a los cuales puede apuntar están muy lejos de acercarse al 5%, en especial frente a un escenario de tasas de interés cercanas a cero.
Estados Unidos continúa con su discurso de mantener las tasas en sus mínimos actuales, el Banco Central de Inglaterra una vez más dejó la suya en 0,5% y el Banco Central Europeo difícilmente la incremente desde el 1% actual frente a las dificultades a las que se enfrenta la región.
Hay que tener en cuenta que las tasas de interés están “artificialmente” bajas, y esto lleva a buscar más riesgo para obtener una mínima tasa que justifique ahorrar. El mercado actual apoya al consumidor y no al ahorrista.
En primer lugar se debe descartar un plazo fijo en dólares en Nueva York, donde la tasa anualizada a 1 año daría un retorno de 0,492 por ciento. En segundo lugar, también hay que desechar un título del Tesoro norteamericano ya que, para obtener un rendimiento levemente por encima de 4%, habría que invertir en un bono a 30 años.
Uno de menor plazo, a 10 años, rendiría un 3,25% y otro a 2, un 0,74 por ciento. Algo similar ocurriría con un título del Reino Unido cuyos bonos a 30, 10 y 2 años rinden 4,3%, 3,5% y 0,8%, respectivamente. Las tasas de un bono de Alemania se ubican en 3,4%, 2,7% y 0,5%, según el caso correspondiente. Para Japón son mucho menores aún, rindiendo un bono a 30 años un poco más de 2 por ciento. Cabe recordar que este país se caracterizó por mantener tasas de interés nulas históricamente. Aún España ofrece un rendimiento por debajo del 5% para títulos a 10 años.
Ahora bien, se podría invertir en títulos como los de Portugal o Grecia, aunque claramente esto conlleva un riesgo muy alto. Por el contrario, se podría invertir en el mercado bursátil donde, teóricamente, los rendimientos son mayores que los correspondientes a bonos libres de riesgo como los norteamericanos. Ahora bien, esto trae aparejado un riesgo mayor.
El hecho es que no se debe descartar la inversión en deuda soberana ya que existen otras opciones de títulos denominados en dólares que permiten obtener los rendimientos que el inversor originalmente estaba buscando, es decir, mayores al 5 por ciento. Un bono australiano a 10 años rinde 5,38% mientras que un título público de la misma madurez de Nueva Zelanda alcanza un 5,51 por ciento. Pero no son los únicos.
A continuación se observa una lista de títulos públicos, todos con grados de inversión, con tasas de rendimiento superiores al 5%, ordenados por período de madurez. La diversidad es amplia; hay títulos del Gobierno de Italia -cuya calificación según Standard &Poor´s es A+ y Aa2 para Moody´s- con un rendimiento de 5,68% a vender en 2023.
También están dos bonos del Gobierno de Polonia, con calificación A- y A2 para Standard & Poors y Moody´s respectivamente, con una TIR de 8,9% y 10,1%, ambos con vencimiento a 2024. Éste último es el que presenta el mayor rendimiento dentro de la lista elegida. Un título a menor plazo, aunque con una menor calificación crediticia, es el del Gobierno de Bulgaria a 2015 con una TIR de 5,29 por ciento.
Si un inversor tiene mayor apetito por el riesgo y acepta invertir en un título con una calificación menor a la de grado de inversión, también están los bonos venezolanos, que llegan a rendir un 17,034%, ¿ con un vencimiento a 2016. Según Moody´s, estos títulos entran dentro de grupo de BB- mientras que para Standard & Poor´s pertenece al grupo B2.
Aquí es donde entra el perfil de cada inversor, el rendimiento deseado y el riesgo que está dispuesto a asumir. No se debe olvidar que a mayor retorno, mayor riesgo, lo que no implica que no haya opciones de inversión donde dicho equilibrio se logre optimizar, formando así una cartera eficiente.
Darío Epstein Presidente de Research for Traders ©Especial para iProfesional.com
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