27-5-10- Las acciones de las entidades más importantes sufrieron una estrepitosa caída desde sus valores máximos registrados en 2010. El derrumbe es reflejo del efecto “dominó” que genera la crisis. Inversores retiran su dinero y analistas comparan esta situación con la vivida en EE.UU. un par de años atrás
En poco menos de un mes el ánimo de los inversores a nivel global cambió en forma notable.
Cuando todavía no transcurrieron dos años luego de que el Gobierno de los Estados Unidos, primero, y sus pares europeos después, prometieran miles de millones de dólares para revitalizar a sus sistemas financieros, el miedo a que los bancos europeos sufran un derrumbe generalizado está invadiendo de nuevo los mercados.
No por nada este temor se está extendiendo en el mercado de crédito. Los prestamistas de los mayores bancos de Europa se muestran cada vez más precavidos y demandan tasas de interés más altas para las operaciones de corto plazo, aumentando los problemas para un - ya de por sí - frágil sistema financiero.
De hecho, las tasas que se exigen por operaciones a tres meses son tres o cuatro veces superiores a las habituales, según afirmó Amitabh Arora, directora del Citigroup.
En efecto, los intereses pagados por los tomadores de papeles comerciales oscilan, en condiciones normales, entre el 0,15 y el 0,2%, mientras que esta semana se están moviendo entre un 0,6 y un 0,7 por ciento.
Los inversores huyen de los papeles bancarios europeos
Como consecuencia de ello, las presiones sobre los bancos europeos se intensificaron en los últimos días, en medio de señales de que algunas instituciones financieras clave, incluyendo fondos estadounidenses, están reduciendo su exposición a la región, según consignó The Wall Street Journal.
La creciente preocupación sobre su capacidad de poder financiar sus operaciones diarias desató una venta generalizada de acciones financieras y dio lugar a un salto en el costo de los seguros contra cesaciones de pagos.
El cuadro mostrado al principio, es un fiel reflejo del derrumbe ocurrido en los distintos papeles y da cuenta de la monumental pérdida en la capitalización bursátil.
Tal como puede apreciarse, las acciones de los bancos europeos más importantes están hasta casi un 40% por debajo de sus máximos del 2010.
Las mayores caídas corresponden a los españoles y franceses, cuyas acciones se contrajeron en un rango que va del 30 al 39%. Lidera las bajas el Bankinter, seguido por el BBVA y los franceses SocGen y Credit Agricole.
Si se toma en cuenta la evolución de los bancos más importantes de Europa, la baja en promedio es del orden del 25% que, medido en euros, implica una pérdida de capitalización bursátil del orden de los 189.000 millones de euros.
¿Cuándo comenzó todo?
El problema comenzó con aquellas entidades que otorgaron préstamos de mala calidad antes y durante la burbuja crediticia que luego estallara en 2008.
Ahora el temor de los inversores gira en torno del futuro de la deuda gubernamental y si ésta será pagada en su totalidad. Es por ello que, ante el eventual de que no ocurra, tratan de descubrir el verdadero valor de sus participaciones.
Los analistas advierten que la incertidumbre podría ocasionar una fuerte contracción en el nivel de préstamos otorgados a sus clientes - y entre las propias entidades - y destacan que todo esto podría derivar en una situación muy similar a la que hundiera a los Estados Unidos y que llevara a ese país a la recesión, ocurrida a finales de 2007.
"Mientras el valor del mercado de la deuda gubernamental de los países más afectados cae, los bancos que sostienen esa deuda no pueden tomar prestado de ese mismo Estado y, por lo tanto, no pueden conceder créditos suficientes a sus clientes finales", enfatizó Guy LeBas, estratega de Janney Montgomery Scott.
La situación particular de España
En España el contexto se agravó a partir de la intervención de una modesta caja de crédito, Cajasur, por parte del Banco Central y por el proceso de fusión de las cajas de ahorros.
Este proceso despertó fuertes temores sobre la situación de otros bancos con una elevada exposición a los activos inmobiliarios.
Los operadores aseguran que, en estos momentos, los bancos españoles se pueden comparar con los griegos y los portugueses, por estar fuera de los mercados internacionales de préstamos interbancarios, lo que significa el aislamiento de una importante fuente de financiamiento.
Toda la presión sobre la Libor
La posición renuente a prestar de los bancos estadounidenses se trasladó a los europeos, que están cada vez más renuentes a prestarse a corto plazo entre sí.
"Es obvio que con las actuales condiciones de la zona euro la gente reaccione", dijo David Glocke, quien administra un fondo de US$150.000 millones para Vanguard Group.
"Hemos revisado dos y tres veces nuestra exposición y ajustado nuestro portafolio donde consideramos apropiado", afirmó.
Esta situación se refleja en la tasa interbancaria de referencia de Londres, conocida como Libor (London Interbank Offered Rate), que alcanzó su punto más alto en 10 meses.
La Libor es una referencia para las tasas de interés de una variedad de préstamos, incluyendo hipotecas y tarjetas de crédito.
Sin embargo, sus cotizaciones diarias no reflejan toda la magnitud de la preocupación, puesto que no incluyen bancos de España y Portugal.
La situación se asemeja a la crisis financiera que se desató a finales del tercer trimestre de 2008, cuando el colapso de Lehman Brothers congeló los mercados alrededor del mundo.
En este contexto, los analistas de Citigroup proyectan que esta tasa de referencia podría ubicarse entre 1 y 1.5% en los próximos meses, mientras el mercado asimila la nueva regulación financiera y toma nota del precio que debe ser pagado por los acreedores que prestaron a los gobiernos europeos y a sus bancos en problemas.
Esto implica más presión y más miedo, y tal vez precios más bajos para los bonos y las acciones.
¿Cómo se financiarán los bancos si se profundiza la crisis?
El notable incremento de los costos financieros para los gobiernos europeos se trasladó de lleno al sector financiero. Es por ello que, hace ya más de un mes, ninguna entidad se haya atrevido a salir al mercado de capitales en busca de dinero.
“Ni siquiera con aval público seríamos capaces de colocar ahora un bono”, indicaron fuentes de una entidad bancaria.
En opinión de Nick Chamie, estratega de RBC Capital Markets, “por el momento los mercados están invadidos por el pánico y es bastante probable que esta sensación se profundice bastante”.
Para explicar de dónde surge este temor, un informe de Royal Bank of Scotland (RBS) es definitorio, pues cifra en 2 billones de euros la exposición de las instituciones extranjeras en deuda pública y privada a Grecia, España y Portugal.
La conclusión es simple: una caída del valor de estos activos tendría un efecto demoledor sobre la cartera de los bancos y, por ende, sobre sus cuentas de resultados.
El BBVA no pudo renovar u$s1.000 millones
Esta desconfianza hacia el sistema financiero europeo, y hacia el español en particular, hizo que el crédito se vuelva a cortar y que las entidades encuentren restricciones para financiarse en dólares en Estados Unidos.
De esta manera, el banco vizcaíno no logró renovar cerca de 1.000 millones de financiación a corto plazo desde que comenzó el mes de abril, según informó el miércoles The Wall Street Journal.
El diario afirmó que las tasas de interés para los pagarés europeos a 30 días subieron el martes hasta el 0,48%, su nivel más alto desde el pasado mes de noviembre.
Fuentes del mercado explicaron que este incremento fue el motivo por el cual los bancos se estén retirando del mercado en dólares y busquen alternativas como los depósitos o el papel comercial europeo.
La respuesta de la Comisión Europea
La CE propuso la creación de una "red de fondos de resolución", alimentados por las propias entidades financieras, con el fin de que el contribuyente no tenga que volver a pagar futuras crisis bancarias con su bolsillo.
"Es inaceptable que los contribuyentes tengan que seguir soportando la pesada carga del salvamento del sector bancario", resaltó el comisario responsable del Mercado Interior, Michel Barnier.
El funcionario insistió en que los contribuyentes no deben encontrarse "en primera línea" para pagar los "errores" de las entidades financieras y defendió aplicar el principio de "quien contamina paga".
Barnier alertó que, si no se crean estos fondos, las futuras quiebras bancarias pueden tener "efectos desastrosos" y "riesgo de contagio", tal y como puso de relieve la caída de la entidad estadounidense Lehman Brothers en septiembre de 2008.
La creación de esta tasa bancaria ya fue reclamada en marzo por el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, para facilitar la gestión de quiebras y evitar la inestabilidad del sistema financiero.
Sin embargo, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, pidió cautela a la hora de implantar este nuevo mecanismo.
La idea de Bruselas es crear una tasa sobre las operaciones bancarias, cuyos beneficios serían destinados a ese mecanismo de ayuda.
Un reciente estudio realizado por Bruselas indica que dicha tasa podría generar más de 50.000 millones de euros por año, pero aún falta consenso en torno de cómo ponerla en práctica.
Rubén Ramallo - ©iProfesional.com
En poco menos de un mes el ánimo de los inversores a nivel global cambió en forma notable.
Cuando todavía no transcurrieron dos años luego de que el Gobierno de los Estados Unidos, primero, y sus pares europeos después, prometieran miles de millones de dólares para revitalizar a sus sistemas financieros, el miedo a que los bancos europeos sufran un derrumbe generalizado está invadiendo de nuevo los mercados.
No por nada este temor se está extendiendo en el mercado de crédito. Los prestamistas de los mayores bancos de Europa se muestran cada vez más precavidos y demandan tasas de interés más altas para las operaciones de corto plazo, aumentando los problemas para un - ya de por sí - frágil sistema financiero.
De hecho, las tasas que se exigen por operaciones a tres meses son tres o cuatro veces superiores a las habituales, según afirmó Amitabh Arora, directora del Citigroup.
En efecto, los intereses pagados por los tomadores de papeles comerciales oscilan, en condiciones normales, entre el 0,15 y el 0,2%, mientras que esta semana se están moviendo entre un 0,6 y un 0,7 por ciento.
Los inversores huyen de los papeles bancarios europeos
Como consecuencia de ello, las presiones sobre los bancos europeos se intensificaron en los últimos días, en medio de señales de que algunas instituciones financieras clave, incluyendo fondos estadounidenses, están reduciendo su exposición a la región, según consignó The Wall Street Journal.
La creciente preocupación sobre su capacidad de poder financiar sus operaciones diarias desató una venta generalizada de acciones financieras y dio lugar a un salto en el costo de los seguros contra cesaciones de pagos.
El cuadro mostrado al principio, es un fiel reflejo del derrumbe ocurrido en los distintos papeles y da cuenta de la monumental pérdida en la capitalización bursátil.
Tal como puede apreciarse, las acciones de los bancos europeos más importantes están hasta casi un 40% por debajo de sus máximos del 2010.
Las mayores caídas corresponden a los españoles y franceses, cuyas acciones se contrajeron en un rango que va del 30 al 39%. Lidera las bajas el Bankinter, seguido por el BBVA y los franceses SocGen y Credit Agricole.
Si se toma en cuenta la evolución de los bancos más importantes de Europa, la baja en promedio es del orden del 25% que, medido en euros, implica una pérdida de capitalización bursátil del orden de los 189.000 millones de euros.
¿Cuándo comenzó todo?
El problema comenzó con aquellas entidades que otorgaron préstamos de mala calidad antes y durante la burbuja crediticia que luego estallara en 2008.
Ahora el temor de los inversores gira en torno del futuro de la deuda gubernamental y si ésta será pagada en su totalidad. Es por ello que, ante el eventual de que no ocurra, tratan de descubrir el verdadero valor de sus participaciones.
Los analistas advierten que la incertidumbre podría ocasionar una fuerte contracción en el nivel de préstamos otorgados a sus clientes - y entre las propias entidades - y destacan que todo esto podría derivar en una situación muy similar a la que hundiera a los Estados Unidos y que llevara a ese país a la recesión, ocurrida a finales de 2007.
"Mientras el valor del mercado de la deuda gubernamental de los países más afectados cae, los bancos que sostienen esa deuda no pueden tomar prestado de ese mismo Estado y, por lo tanto, no pueden conceder créditos suficientes a sus clientes finales", enfatizó Guy LeBas, estratega de Janney Montgomery Scott.
La situación particular de España
En España el contexto se agravó a partir de la intervención de una modesta caja de crédito, Cajasur, por parte del Banco Central y por el proceso de fusión de las cajas de ahorros.
Este proceso despertó fuertes temores sobre la situación de otros bancos con una elevada exposición a los activos inmobiliarios.
Los operadores aseguran que, en estos momentos, los bancos españoles se pueden comparar con los griegos y los portugueses, por estar fuera de los mercados internacionales de préstamos interbancarios, lo que significa el aislamiento de una importante fuente de financiamiento.
Toda la presión sobre la Libor
La posición renuente a prestar de los bancos estadounidenses se trasladó a los europeos, que están cada vez más renuentes a prestarse a corto plazo entre sí.
"Es obvio que con las actuales condiciones de la zona euro la gente reaccione", dijo David Glocke, quien administra un fondo de US$150.000 millones para Vanguard Group.
"Hemos revisado dos y tres veces nuestra exposición y ajustado nuestro portafolio donde consideramos apropiado", afirmó.
Esta situación se refleja en la tasa interbancaria de referencia de Londres, conocida como Libor (London Interbank Offered Rate), que alcanzó su punto más alto en 10 meses.
La Libor es una referencia para las tasas de interés de una variedad de préstamos, incluyendo hipotecas y tarjetas de crédito.
Sin embargo, sus cotizaciones diarias no reflejan toda la magnitud de la preocupación, puesto que no incluyen bancos de España y Portugal.
La situación se asemeja a la crisis financiera que se desató a finales del tercer trimestre de 2008, cuando el colapso de Lehman Brothers congeló los mercados alrededor del mundo.
En este contexto, los analistas de Citigroup proyectan que esta tasa de referencia podría ubicarse entre 1 y 1.5% en los próximos meses, mientras el mercado asimila la nueva regulación financiera y toma nota del precio que debe ser pagado por los acreedores que prestaron a los gobiernos europeos y a sus bancos en problemas.
Esto implica más presión y más miedo, y tal vez precios más bajos para los bonos y las acciones.
¿Cómo se financiarán los bancos si se profundiza la crisis?
El notable incremento de los costos financieros para los gobiernos europeos se trasladó de lleno al sector financiero. Es por ello que, hace ya más de un mes, ninguna entidad se haya atrevido a salir al mercado de capitales en busca de dinero.
“Ni siquiera con aval público seríamos capaces de colocar ahora un bono”, indicaron fuentes de una entidad bancaria.
En opinión de Nick Chamie, estratega de RBC Capital Markets, “por el momento los mercados están invadidos por el pánico y es bastante probable que esta sensación se profundice bastante”.
Para explicar de dónde surge este temor, un informe de Royal Bank of Scotland (RBS) es definitorio, pues cifra en 2 billones de euros la exposición de las instituciones extranjeras en deuda pública y privada a Grecia, España y Portugal.
La conclusión es simple: una caída del valor de estos activos tendría un efecto demoledor sobre la cartera de los bancos y, por ende, sobre sus cuentas de resultados.
El BBVA no pudo renovar u$s1.000 millones
Esta desconfianza hacia el sistema financiero europeo, y hacia el español en particular, hizo que el crédito se vuelva a cortar y que las entidades encuentren restricciones para financiarse en dólares en Estados Unidos.
De esta manera, el banco vizcaíno no logró renovar cerca de 1.000 millones de financiación a corto plazo desde que comenzó el mes de abril, según informó el miércoles The Wall Street Journal.
El diario afirmó que las tasas de interés para los pagarés europeos a 30 días subieron el martes hasta el 0,48%, su nivel más alto desde el pasado mes de noviembre.
Fuentes del mercado explicaron que este incremento fue el motivo por el cual los bancos se estén retirando del mercado en dólares y busquen alternativas como los depósitos o el papel comercial europeo.
La respuesta de la Comisión Europea
La CE propuso la creación de una "red de fondos de resolución", alimentados por las propias entidades financieras, con el fin de que el contribuyente no tenga que volver a pagar futuras crisis bancarias con su bolsillo.
"Es inaceptable que los contribuyentes tengan que seguir soportando la pesada carga del salvamento del sector bancario", resaltó el comisario responsable del Mercado Interior, Michel Barnier.
El funcionario insistió en que los contribuyentes no deben encontrarse "en primera línea" para pagar los "errores" de las entidades financieras y defendió aplicar el principio de "quien contamina paga".
Barnier alertó que, si no se crean estos fondos, las futuras quiebras bancarias pueden tener "efectos desastrosos" y "riesgo de contagio", tal y como puso de relieve la caída de la entidad estadounidense Lehman Brothers en septiembre de 2008.
La creación de esta tasa bancaria ya fue reclamada en marzo por el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, para facilitar la gestión de quiebras y evitar la inestabilidad del sistema financiero.
Sin embargo, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, pidió cautela a la hora de implantar este nuevo mecanismo.
La idea de Bruselas es crear una tasa sobre las operaciones bancarias, cuyos beneficios serían destinados a ese mecanismo de ayuda.
Un reciente estudio realizado por Bruselas indica que dicha tasa podría generar más de 50.000 millones de euros por año, pero aún falta consenso en torno de cómo ponerla en práctica.
Rubén Ramallo - ©iProfesional.com
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