La ayuda para salvar a un país, que no registra precedentes en la historia de esa región, no sirvió para que levante cabeza. Los euro-escépticos sostienen que está en terapia intensiva. Varios analistas hablan de cuestiones sin resolver.
¿Qué realidades confluyen para que recomienden desinvertir? ¿Por qué el salvataje histórico anunciado este fin de semana para salvar a Grecia del abismo no hizo repuntar al vapuleado euro?
Esta es la pregunta que, por estas horas, está en boca de varios analistas. La respuesta viene dada por múltiples factores.
Todo indica que los problemas fiscales que enfrentan varios países de la “periferia europea”, entre los que se cuenta España, Portugal o Irlanda, y que tienen impacto directo sobre la moneda comunitaria, están lejos de resolverse.
Los analistas se refieren a una “cuestión estructural” y a las falencias que quedaron evidenciadas en el Viejo Continente.
Como si esto fuera poco, su rival, el dólar, viene mostrando síntomas de recuperación, de la mano de una economía que está saliendo del golpe sufrido tras la crisis de hipotecas subprime.
Sin ir más lejos, cuando comenzaron a trascender los problemas griegos, hacia fines del año pasado, su cotización rondaba los 1,50 dólares por unidad.
Pero con la profundización de la crisis, su paridad se ha ido deteriorando en forma acelerada, para cotizar en la actualidad a 1,30 dólares.
Para los expertos, la falta de signos de mejoría fue la más contundente de las respuestas de los inversores al anunciado salvataje.
Es así como, con esta cotización, en apenas algo más de cuatro meses, su paridad ya acumula un derrumbe del 14%, con todo lo que ello implica.
Para Fernando Izzo, director de ABC Mercado de Cambios, “lo que estamos viendo es una fuerte aversión al riesgo. Esto es así porque, a pesar de los anuncios, los inversores entendieron que se trata de promesas, dado que los fondos se entregarán a futuro y sólo si se cumplen una serie de requisitos que, de por sí, resultarán muy difíciles de cumplir. Para ellos son todos supuestos, promesas”.
Los dichos de Izzo se comprueban en la cotización del euro tras el anuncio del rescate: en la apertura del lunes (en Asia) lejos de subir, bajó a los 1,32 por dólar, pero el martes, en plena debacle de las bolsas de todo el mundo, volvió a caer a los 1,3 dólares.
Posteriormente, se han sumado la llegada de buenas noticias en relación a la marcha de la economía de los Estados Unidos que sirvieron para robustecer a su moneda competidora, el dólar:
* El sector manufacturero creció al mayor ritmo de los últimos 6 años.
* La inversión en la construcción aumentó.
* El gasto de los consumidores repuntó el último mes.
* Las ventas de casas usadas alcanzaron su mayor registro en 5 meses.
* Los pedidos en las fábricas se incrementaron en marzo.
“Las buenas señales que llegan de un lado y las malas que provienen del otro, hace que los inversores eviten riesgos y se vuelquen al dólar”, concluyó el director de ABC.
Desde Puente, coinciden. Nicolás Bentel sostuvo a iProfesional.com que “el flujo de capitales se está volcando a alternativas en dólares. Y esto se debe a los signos de recuperación que muestra la principal economía del mundo”.
En tanto, la caída del euro demuestra que los inversores dudan que el paquete de rescate vaya a conseguir el apoyo de algunos gobiernos europeos.
“El euro está perdiendo credibilidad”, advirtió el gurú Nouriel Roubini, quien consideró que “éste recién ha sido su primer test”.
“Sólo si Grecia, Portugal y España hacen todo lo posible para salir de la crisis, también podrá hacerlo la moneda común”, destacó.
Lo cierto es que los inversores no terminan de “comprar” el futuro del rescate y se muestran escépticos a que Grecia pueda llevar a cabo semejante recorte en su presupuesto que, entre otras medidas, incluye una suba generalizada de impuestos y una reducción del 16% en los salarios del sector público (para más detalles ver nota: Los “7 mandamientos” a cumplir por los griegos para no caer en el abismo)
"Grecia es el Lehman Brothers de la deuda soberana", aseguró en declaraciones a Bloomberg Robin Marshall, de la firma londinense Smith & Williamson Asset Management.
Marshall reconoció que la cantidad aprobada es "bastante elevada y podría ayudar a Grecia a respirar". Sin embargo él, en su rol de inversor, se mostró “cauto" y puso de manifiesto sus dudas acerca de si tales reducciones presupuestarias iban a ser cumplimentadas en la práctica.
Según los datos de Bloomberg, los inversores vislumbran, a pesar del salvataje, un escenario bajista para la moneda común, y advierten que podría devaluarse aún más.
“Durante el colapso de los Estados Unidos la gente fue al dólar. Ahora que se está dando la crisis en Europa la gente no va al euro”, resaltaba días atrás el economista Tomás Bulat a iProfesional.com.
Distintas realidades para una moneda única
Para el analista internacional Jorge Castro, “la decisión tomada por la Comisión Europea y el FMI duplica, en términos reales, a la ayuda prestada por los Estados Unidos en el plan Marshall para la reconstrucción de Europa”.
Castro agregó que “la suma prestada en aquel momento equivalía a unos u$s75.000 millones, frente a los u$s146.000 millones anunciados este domingo”. Para el experto semejante rescate significa que “lo que está en juego no es sólo la situación de Grecia, sino la de la Eurozona en su conjunto”.
“La moneda es básicamente sostenida por Alemania. Y las distintas realidades que muestran el conjunto de países que la comparten hacen que la misma se encuentre en crisis”, concluyó.
Según Gabriel Holand, de HR Global, “si algo deja en claro la crisis helénica es la dificultad de Europa de funcionar como un bloque. La Unión Europea no genera credibilidad para ser considerada como una alianza verdadera. Por lo tanto, su moneda corre la misma suerte”.
“El gobierno del Primer Ministro griego Papandreu negoció con el FMI medidas de austeridad que ambos saben que son prácticamente imposibles de cumplir. Por lo tanto, el problema de insolvencia helénica reaparecerá tarde o temprano”, enfatizó Holand, para quien “el euro es como el cepo de la convertibilidad para cualquier país que enfrente serias dificultades”.
Para Darío Epstein, Director de Research for Traders, “la fortaleza de la UE se estará poniendo a prueba constantemente”.
Soplan otros vientos del otro lado del Atlántico
En sentido inverso a lo que sucede en el Viejo Continente, el dólar se robustece a partir de la solidez que viene mostrando la economía estadounidense.
Esto, a pesar de contar con un mercado laboral que aún no se recuperó y con un preocupante déficit presupuestario y comercial.
Aun así, el clima es de mayor optimismo.
Es por eso que, para formular un pronóstico sobre el futuro en la relación entre ambas monedas, habrá que mirar qué ocurre a ambos lados del Atlántico.
Tal como se mencionó, cobra mayor fuerza la idea de una economía estadounidense que se robustece día a día.
El mayor gasto de los consumidores (que superó el pico registrado en noviembre de 2007), la mejora en los niveles de producción, la buena performance del sector manufacturero y de la construcción dan cuenta de ello.
Por qué Warren Buffett es pesimista con el euro
En la asamblea anual de su compañía insignia, el “oráculo de Obama” explicó que es importante distinguir entre países que, como los Estados Unidos, se endeudan en su propia moneda, de los que piden prestado en otras divisas.
Estos últimos, sentenció, pueden quedar fuera de juego muy rápido. En cuanto al futuro del euro, Buffett consideró que para los países europeos "el drama será intenso".
"No sé cómo terminará esta película. No suelo ir a películas como esta", sentenció.
¿Cuál es el futuro del euro?
Los analistas creen el rescate no resuelve los problemas estructurales, por lo que incluso recomiendan vender, si se diera un rally ascendente.
Tal es el caso de Barclays Capital, cuyos analistas expresan que si el euro subiera a 1,35 frente al dólar sería una muy buena oportunidad para establecer nuevas posiciones cortas respecto a la moneda única.
“Aun cuando vuelva la tranquilidad respecto a la capacidad de pago de Grecia para sus próximos vencimientos, los problemas estructurales de Europa van a continuar vigentes”, manifestó Epstein.
Para el experto “ésto habilita a la necesidad de buscar activos refugio como el dólar o el oro, alejándose del euro”.
En tal sentido, Epstein no descartó que se deprecie aún más.
Por la incertidumbre, la mayoría de los analistas no ven recomendable, por el momento, tomar posiciones en euros.
¿Qué va a pasar con el euro? se preguntó Paul Krugman, Premio Nobel de Economía: “Hasta hace poco, la mayoría de los analistas, incluso yo mismo, pensábamos que una ruptura de la moneda única era prácticamente imposible, dado que cualquier Gobierno que se atreviese siquiera a insinuar la posibilidad de abandonarla estaría fomentando una retirada masiva de depósitos de sus bancos. Pero si los países en crisis se ven imposibilitados para pagar sus deudas, los bancos se verían obligados a tomar medidas de emergencia, como restricciones temporales a la hora de retirar dinero por parte de la gente. Esto dejaría abierta la puerta a la salida del euro. Así, ante la pregunta: ¿está el propio euro en peligro? Mi respuesta es sí”, sentenció.
Rubén Ramallo - ©iProfesional.com
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