El Fondo Monetario Internacional reclamó a Grecia que ponga en marcha de inmediato el plan de ajuste y anticipó que pedirá “reformas estructurales” para la segunda etapa. Sin embargo, dice que no diseñó el plan.
Agua, harina y sal es la receta tradicional para amasar el pan. Ajuste fiscal, recorte de salarios y apertura indiscriminada de la economía es la que aplica en cambio el Fondo Monetario Internacional (FMI)?para los países en crisis.
Desde esa perspectiva no sorprendió que la vocera del FMI, Carolina Atkinson, afirmara ayer en la tradicional rueda de prensa de los jueves en Washington que “lo que es importante ahora es que haya un pronta implementación de los planes de ajuste fiscal”.
En la misma línea, Atkinson afirmó que el organismo financiero multilateral nada tiene que ver con el diseño del programa de ajuste fiscal que intenta aplicar el gobierno griego.
“El programa económico que Grecia busca implementar no es una imposición del FMI fue hecho por las autoridades griegas”, afirmó sin que se le movieran los aretes y destacó que en el organismo multilateral están “impresionados por la determinación de las autoridades griegas”, al tiempo que reconoció que “es un desafío muy importante”.
El organismo buscó ayer además calmar la ansiedad que domina en Wall Street, donde desconfían de que los gobiernos europeos estén a la altura de hacer frente a la crisis y temen que el virus griego se extienda por los países con la posición fiscal más débil.
De todos modos, el vicedirector gerente del FMI, John Lipsky, declaró a la agencia Bloomberg que está en contacto con las autoridades españolas y portuguesas. Pero dejó claro que “no se está discutiendo o negociando” un programa de ayuda. Lipsky admitió que para algunos países del euro, está claro que deben actuar. “Los mercados entienden eso, así funcionan”, concluyó.
El programa de ajuste fiscal que ayer aprobó el Parlamento griego divide aguas en la sociedad helena por la agresividad del recorte en el gasto público.
AJUSTE Y APERTURA
Atkison admitió que “no sorprende que los griegos estén preocupados y alterados pues el plan va a requerir sacrificios”. Sin embargo, defendió el paquete de ajuste al remarcar la importancia del soporte financiero que otorgará la Unión Europea como el FMI.
En este sentido, dijo que el salvataje tiene como propósito, entre otros, intentar solucionar “dos problemas que enfrenta la economía griega desde hace tiempo: la falta de competitividad y lograr poner nuevamente al país en una senda de crecimiento sustentable”, explicó la funcionaria.
Este domingo el Consejo Ejecutivo del FMI aprobará el préstamo otorgado a Grecia como parte del programa por 110.000 millones de euros y determinará de qué manera se efectuarán los desembolsos conjuntos. A cambio del paquete las autoridades griegas deben implementar el severo plan de ajuste fiscal.
Los griegos “no pueden seguir pidiendo y financiandose a las tasas que lo estaban haciendo”, afirmó Atkinson y señaló que “por eso es necesario la aplicación de recortes al gasto público”.
Pero la vocera del FMI fue más allá y detalló que el plan “incluye no sólo recorte de gastos sino también incrementar los ingresos”. En este sentido, explicó que las autoridades griegas buscan “ampliar la base de los contribuyentes para hacerla más justa y equitativa”.
La combinación de incremento de impuestos y reducción de salarios con una deuda astronómica acerca aún más esta realidad de Grecia con la versión 2001 de la Argentina de la crisis social, política y económica más importante de su historia. Sin embargo, Atkinson afirmó que “las medidas fiscales tienen también el objetivo de proteger a los sectores griegos más vulnerables”.
Pero a la receta inicial le faltan algunos condimentos adicionales, que el Fondo Monetario intenta incorporar en una segunda etapa, cuando las turbulencias sociales se hayan aplacado.
Atkinson reconoció que la segunda parte de las reformas, que apuntan a medidas más estructurales y reconoció que por lo tanto llevara más tiempo su implementación.?Estas reformas, según la vocera?del FMI tienen como objetivo “abrir la economía griega para permitir que crezcan las inversiones”.
FRANCIA ACOMPAÑA
Mientras tanto, el resto de los países de la región busca enviar señales para evitar que la guillotina del contagio les caiga encima.
El primer ministro francés, François Fillon, aseguró ayer en un comunicado tras una reunión llevada a cabo con miembros de su gobierno dedicada a encarar el déficit público que Francia congelará el gasto público en los próximos tres años. El objetivo confesado de Fillon es que el déficit público francés, que ahora supera el 7% del PBI, quede reducido, en el 2013, al 3 por ciento.
En esta medida no se incluyen ni los gastos derivados de las pensiones ni los intereses de la deuda pública. Fillon recordó, en tiempos de borrasca económica y de economías puestas bajo sospecha, que estas medidas, son vitales “para salvaguardar la credibilidad de nuestras cuentas públicas”.
http://www.elargentino.com
Agua, harina y sal es la receta tradicional para amasar el pan. Ajuste fiscal, recorte de salarios y apertura indiscriminada de la economía es la que aplica en cambio el Fondo Monetario Internacional (FMI)?para los países en crisis.
Desde esa perspectiva no sorprendió que la vocera del FMI, Carolina Atkinson, afirmara ayer en la tradicional rueda de prensa de los jueves en Washington que “lo que es importante ahora es que haya un pronta implementación de los planes de ajuste fiscal”.
En la misma línea, Atkinson afirmó que el organismo financiero multilateral nada tiene que ver con el diseño del programa de ajuste fiscal que intenta aplicar el gobierno griego.
“El programa económico que Grecia busca implementar no es una imposición del FMI fue hecho por las autoridades griegas”, afirmó sin que se le movieran los aretes y destacó que en el organismo multilateral están “impresionados por la determinación de las autoridades griegas”, al tiempo que reconoció que “es un desafío muy importante”.
El organismo buscó ayer además calmar la ansiedad que domina en Wall Street, donde desconfían de que los gobiernos europeos estén a la altura de hacer frente a la crisis y temen que el virus griego se extienda por los países con la posición fiscal más débil.
De todos modos, el vicedirector gerente del FMI, John Lipsky, declaró a la agencia Bloomberg que está en contacto con las autoridades españolas y portuguesas. Pero dejó claro que “no se está discutiendo o negociando” un programa de ayuda. Lipsky admitió que para algunos países del euro, está claro que deben actuar. “Los mercados entienden eso, así funcionan”, concluyó.
El programa de ajuste fiscal que ayer aprobó el Parlamento griego divide aguas en la sociedad helena por la agresividad del recorte en el gasto público.
AJUSTE Y APERTURA
Atkison admitió que “no sorprende que los griegos estén preocupados y alterados pues el plan va a requerir sacrificios”. Sin embargo, defendió el paquete de ajuste al remarcar la importancia del soporte financiero que otorgará la Unión Europea como el FMI.
En este sentido, dijo que el salvataje tiene como propósito, entre otros, intentar solucionar “dos problemas que enfrenta la economía griega desde hace tiempo: la falta de competitividad y lograr poner nuevamente al país en una senda de crecimiento sustentable”, explicó la funcionaria.
Este domingo el Consejo Ejecutivo del FMI aprobará el préstamo otorgado a Grecia como parte del programa por 110.000 millones de euros y determinará de qué manera se efectuarán los desembolsos conjuntos. A cambio del paquete las autoridades griegas deben implementar el severo plan de ajuste fiscal.
Los griegos “no pueden seguir pidiendo y financiandose a las tasas que lo estaban haciendo”, afirmó Atkinson y señaló que “por eso es necesario la aplicación de recortes al gasto público”.
Pero la vocera del FMI fue más allá y detalló que el plan “incluye no sólo recorte de gastos sino también incrementar los ingresos”. En este sentido, explicó que las autoridades griegas buscan “ampliar la base de los contribuyentes para hacerla más justa y equitativa”.
La combinación de incremento de impuestos y reducción de salarios con una deuda astronómica acerca aún más esta realidad de Grecia con la versión 2001 de la Argentina de la crisis social, política y económica más importante de su historia. Sin embargo, Atkinson afirmó que “las medidas fiscales tienen también el objetivo de proteger a los sectores griegos más vulnerables”.
Pero a la receta inicial le faltan algunos condimentos adicionales, que el Fondo Monetario intenta incorporar en una segunda etapa, cuando las turbulencias sociales se hayan aplacado.
Atkinson reconoció que la segunda parte de las reformas, que apuntan a medidas más estructurales y reconoció que por lo tanto llevara más tiempo su implementación.?Estas reformas, según la vocera?del FMI tienen como objetivo “abrir la economía griega para permitir que crezcan las inversiones”.
FRANCIA ACOMPAÑA
Mientras tanto, el resto de los países de la región busca enviar señales para evitar que la guillotina del contagio les caiga encima.
El primer ministro francés, François Fillon, aseguró ayer en un comunicado tras una reunión llevada a cabo con miembros de su gobierno dedicada a encarar el déficit público que Francia congelará el gasto público en los próximos tres años. El objetivo confesado de Fillon es que el déficit público francés, que ahora supera el 7% del PBI, quede reducido, en el 2013, al 3 por ciento.
En esta medida no se incluyen ni los gastos derivados de las pensiones ni los intereses de la deuda pública. Fillon recordó, en tiempos de borrasca económica y de economías puestas bajo sospecha, que estas medidas, son vitales “para salvaguardar la credibilidad de nuestras cuentas públicas”.
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