En una charla con Richard Haycock, presidente de Currency Research, federación de empresas consultoras en cuestiones de impresión y desarrollo de billetes y monedas a nivel global. Esta semana lideró en Buenos Aires un encuentro entre banqueros centrales de todo el mundo titulado “Currency Conference”
La Argentina suele tener récords insólitos. Por eso no es extraño saber que el país fue el primero del mundo, allá por 1950 y de la mano de Juan Domingo Perón, en tener su propia máquina impresora de billetes a tres colores simultáneos. Esa máquina, que se usa hasta hoy en la Casa de la Moneda local, fue fabricada por la empresa De la Rue-Giori, antigua casa impresora de billetes, en la que inició su carrera Richard Haycock, presidente de Currency Research, una federación de empresas consultoras en cuestiones de impresión y desarrollo de billetes y monedas a nivel global.
Haycock llegó a la Argentina esta semana, para liderar un encuentro entre banqueros centrales de todo el mundo titulado Currency Conference. En diálogo exclusivo con El Cronista, Haycock dijo que el efectivo aún está lejos de desaparecer, y que es el “medio de pago más seguro” del mundo.
Vendedores de caballos
Haycock niega que el efectivo pueda desaparecer, incluso ante el crecimiento a toda marcha que registran hoy los medios de pago electrónicos.
“Un mes atrás se publicó en el Reino Unido un artículo en el que se predijo que, para 2050, el efectivo dejará de usarse en ese país. El informe, elaborado por el Payments Council, aseguró además que para 2010 el efectivo se usará en menos del 50% de las transacciones. Esto quiere decir que, todavía, en un país altamente desarrollado como Inglaterra, más del 50% de las transacciones financieras se realizan con billetes y monedas. Pero además, en mi conocimiento ésta es la segunda vez que se predice el fin del efectivo. La primera vez fue en los ’70 en EE.UU., cuando se dijo que los billetes dejarían de circular para fines de los ’80. Sin embargo, sabemos todos que el efectivo sigue aquí”, aseguró el especialista.
“Al comenzar mi disertación en la conferencia de ayer les dije a los presentes ‘bienvenidos a la conferencia del mercado de transporte a caballo de 1914’. Con esto quise decir que, en esa época, los vendedores de caballos no se imaginaban que los automóviles reemplazarían por completo a los equinos como medio de transporte. Decían entonces que los autos eran contaminantes, sucios y ruidosos. Sin embargo, basta mirar lo que ocurrió 40 años después, para notar que ellos estaban equivocados”, afirmó Haycock.
“Por eso no sería tan arrogante como para decir que el efectivo existirá para siempre –aclara el experto– Sin embargo, no creo que aún estemos cerca del fin del efectivo. Es un camino largo. El efectivo sigue creciendo en todos los países, y la cantidad de fraude relacionado con el efectivo, en comparación con el que sufren las tarjetas de crédito u otros medios de pago electrónicos es ínfima. Es el medio de pago más seguro hoy en día”.
–¿Cuáles son las ventajas del efectivo por sobre los demás medios de pago?
–Principalmente, que está respaldado por el Estado. Si piensa en cualquier otra forma de pago, no hay ninguna que lo esté. Es por eso que en lo tiempos de crisis financiera, ambiental o en tiempos de guerra lo que siempre vuelve es el efectivo. Lo hemos visto en la última crisis financiera, en donde el uso de efectivo se disparó, mientras que las transacciones con tarjeta cayeron dramáticamente. Pero además, para el consumidor el efectivo es un modo de pago de bajo costo. No hay que pagar gastos de mantenimiento de cuenta, ni comisiones para usarlo.
–¿Qué cree que pasará con las monedas metálicas?
–Hace poco se hizo una reunión en la que se discutió el asunto de las monedas, como los centavos estadounidenses, que son más costosas de fabricar de lo que realmente valen en el mercado. Sin embargo, no es tan relevante pensar en eso. Las monedas se usan una y otra vez, duran para siempre y tienen un valor que, de algún modo, se multiplica. Hace mucho tiempo que no existe una correlación entre el valor de la moneda y su costo de producción. Sin embargo, es cierto que en el pasado existían las monedas de plata, y hoy ya no las tenemos porque eran muy caras de fabricar. Por ello, podemos esperar que los metales que se usan ahora para hacer monedas, como el cobre, y que están subiendo de precio de manera constante, serán reemplazados por otros metales más baratos. No obstante, los Estados deben manejar muy bien el tema, porque la gente necesita medios de pago seguros y que no puedan falsificarse fácilmente.
–¿El peso argentino es una moneda muy falsificada?
–La realidad es que Argentina no está en la lista de los países con mayor falsificación. El dólar, en cambio, sí.
–¿Qué opina del nuevo billete de 100 dólares de Estados Unidos?
–Cuando un país decide cambiar un billete, la razón principal es que la tecnología de falsificación ha progresado y el Estado debe superarla. Hoy en día, como los avances tecnológicos ocurren a toda velocidad, las naciones se ven obligadas a cambiar los billetes más rápido. La velocidad del recambio pasó de 10 a 7 años en muy poco tiempo. Pero más allá de esto, el nuevo billete de u$s 100 es muy seguro, porque tiene la última tecnología en seguridad, entre las que se destaca una tira azul en tres dimensiones que dos años atrás ganó un premio al mejor avance en seguridad del mercado.
http://www.cronista.com
La Argentina suele tener récords insólitos. Por eso no es extraño saber que el país fue el primero del mundo, allá por 1950 y de la mano de Juan Domingo Perón, en tener su propia máquina impresora de billetes a tres colores simultáneos. Esa máquina, que se usa hasta hoy en la Casa de la Moneda local, fue fabricada por la empresa De la Rue-Giori, antigua casa impresora de billetes, en la que inició su carrera Richard Haycock, presidente de Currency Research, una federación de empresas consultoras en cuestiones de impresión y desarrollo de billetes y monedas a nivel global.
Haycock llegó a la Argentina esta semana, para liderar un encuentro entre banqueros centrales de todo el mundo titulado Currency Conference. En diálogo exclusivo con El Cronista, Haycock dijo que el efectivo aún está lejos de desaparecer, y que es el “medio de pago más seguro” del mundo.
Vendedores de caballos
Haycock niega que el efectivo pueda desaparecer, incluso ante el crecimiento a toda marcha que registran hoy los medios de pago electrónicos.
“Un mes atrás se publicó en el Reino Unido un artículo en el que se predijo que, para 2050, el efectivo dejará de usarse en ese país. El informe, elaborado por el Payments Council, aseguró además que para 2010 el efectivo se usará en menos del 50% de las transacciones. Esto quiere decir que, todavía, en un país altamente desarrollado como Inglaterra, más del 50% de las transacciones financieras se realizan con billetes y monedas. Pero además, en mi conocimiento ésta es la segunda vez que se predice el fin del efectivo. La primera vez fue en los ’70 en EE.UU., cuando se dijo que los billetes dejarían de circular para fines de los ’80. Sin embargo, sabemos todos que el efectivo sigue aquí”, aseguró el especialista.
“Al comenzar mi disertación en la conferencia de ayer les dije a los presentes ‘bienvenidos a la conferencia del mercado de transporte a caballo de 1914’. Con esto quise decir que, en esa época, los vendedores de caballos no se imaginaban que los automóviles reemplazarían por completo a los equinos como medio de transporte. Decían entonces que los autos eran contaminantes, sucios y ruidosos. Sin embargo, basta mirar lo que ocurrió 40 años después, para notar que ellos estaban equivocados”, afirmó Haycock.
“Por eso no sería tan arrogante como para decir que el efectivo existirá para siempre –aclara el experto– Sin embargo, no creo que aún estemos cerca del fin del efectivo. Es un camino largo. El efectivo sigue creciendo en todos los países, y la cantidad de fraude relacionado con el efectivo, en comparación con el que sufren las tarjetas de crédito u otros medios de pago electrónicos es ínfima. Es el medio de pago más seguro hoy en día”.
–¿Cuáles son las ventajas del efectivo por sobre los demás medios de pago?
–Principalmente, que está respaldado por el Estado. Si piensa en cualquier otra forma de pago, no hay ninguna que lo esté. Es por eso que en lo tiempos de crisis financiera, ambiental o en tiempos de guerra lo que siempre vuelve es el efectivo. Lo hemos visto en la última crisis financiera, en donde el uso de efectivo se disparó, mientras que las transacciones con tarjeta cayeron dramáticamente. Pero además, para el consumidor el efectivo es un modo de pago de bajo costo. No hay que pagar gastos de mantenimiento de cuenta, ni comisiones para usarlo.
–¿Qué cree que pasará con las monedas metálicas?
–Hace poco se hizo una reunión en la que se discutió el asunto de las monedas, como los centavos estadounidenses, que son más costosas de fabricar de lo que realmente valen en el mercado. Sin embargo, no es tan relevante pensar en eso. Las monedas se usan una y otra vez, duran para siempre y tienen un valor que, de algún modo, se multiplica. Hace mucho tiempo que no existe una correlación entre el valor de la moneda y su costo de producción. Sin embargo, es cierto que en el pasado existían las monedas de plata, y hoy ya no las tenemos porque eran muy caras de fabricar. Por ello, podemos esperar que los metales que se usan ahora para hacer monedas, como el cobre, y que están subiendo de precio de manera constante, serán reemplazados por otros metales más baratos. No obstante, los Estados deben manejar muy bien el tema, porque la gente necesita medios de pago seguros y que no puedan falsificarse fácilmente.
–¿El peso argentino es una moneda muy falsificada?
–La realidad es que Argentina no está en la lista de los países con mayor falsificación. El dólar, en cambio, sí.
–¿Qué opina del nuevo billete de 100 dólares de Estados Unidos?
–Cuando un país decide cambiar un billete, la razón principal es que la tecnología de falsificación ha progresado y el Estado debe superarla. Hoy en día, como los avances tecnológicos ocurren a toda velocidad, las naciones se ven obligadas a cambiar los billetes más rápido. La velocidad del recambio pasó de 10 a 7 años en muy poco tiempo. Pero más allá de esto, el nuevo billete de u$s 100 es muy seguro, porque tiene la última tecnología en seguridad, entre las que se destaca una tira azul en tres dimensiones que dos años atrás ganó un premio al mejor avance en seguridad del mercado.
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