En medio de la aceleración de la inflación y la restricción del crédito, las empresas buscan que el Banco Central estimule el financiamiento barato para impulsar sus inversiones. Por ello, la Cámara de la Mediana Empresa (CAME) planteará este miércoles por la noche, cuando se reúna con la directora de la entidad monetaria, Mercedes Marcó del Pont, la necesidad de que el BCRA impulse a la banca privada a otorgar préstamos al sector productivo con tasas de interés inferiores a la inflación anual estimada y plazos más largos que los predominantes en el mercado.
"Hoy el crédito productivo está a una tasa del 30%, mas del doble de la línea del Banco Nación. Le estamos pidiendo al Central instrumentos que permitan al sistema financiero bajar las tasas hasta el 10% y estirar plazos de tres a diez años, tratando de igualar a la banca pública ", dijo a iProfesional.com , el secretario de prensa de la entidad, Vicente Lourenzo.
El reclamo de la CAME es similar al que ya formuló la COPAL, la cámara que agrupa a las empresas del sector alimenticio y de las bebidas, con la cual Marcó del Pont se reunió en febrero, y coincide también con la propuesta de algunos economistas que recientemente se entrevistaron con la directora de la autoridad monetaria.
En el caso de las empresas medianas y pequeñas, la idea es obtener financiamiento para reforzar su capital de trabajo y renovar la planta productiva, ya que si bien están experimentando una reactivación tras la crisis, en muchos casos no tienen la capacidad suficiente para invertir en maquinarias y tecnología.
Y la principal preocupación de la COPAL, según lo afirmaron en la entidad, es conseguir un mayor fondeo para impulsar sus exportaciones .
El problema para muchas firmas es que los bancos privados hoy no están entregando créditos a tasas por debajo de la inflación (estimada en un 25% para este año) y a plazos superiores a un año.
"La banca privada te dice que no tiene instrumentos porque ellos prefieren prestarle al sector público, y tener menos riesgo. Prestarle a las pyme implica un alto riesgo y eso lo transforman en tasas de entre 30 y 50%", señalaron desde la CAME.
Por ello, las empresas aspiran a que el BCRA permita vía pases y otros instrumentos que las entidades bancarias privadas abran líneas de crédito barato a mediano y largo plazo.
Radiografía del sistema financiero
Si se tiene en cuenta la reducida estructura del sistema financiero, no parece una tarea fácil para el Gobierno cumplir con las expectativas del sector privado productivo.
Según un informe de Econviews, en el que se realizó un diagnóstico sobre el financiamiento de las empresas a la luz de los planes del Gobierno de incentivar la inversión, el financiamiento del exterior (incluido el bancario) es importante en la estructura de fondeo de las empresas locales pero se ha ido reduciendo en los últimos años y representa cerca de 20% del producto Bruto Interno (PBI), de los cuales 3,5% proviene de entidades financieras.
En tanto, el crédito de la banca local ha ganado participación tanto absoluta como en relación al crédito externo, aunque equivale alrededor de 8% del PBI , y sólo la mitad del mismo es destinado al sector de la producción.
La crisis internacional y la turbulencia local a fines del 2008 complicaron aún más el panorama financiero. "Se retrajeron los flujos internacionales, implicando una caída en el financiamiento externo a la empresas locales de casi u$s$1,500 millones (12,5%), e hizo que los bancos locales asumieran una posición defensiva y mucho más conservadora, aumentando sus niveles de liquidez, incrementando las tasas de interés y endureciendo las condiciones de otorgamiento", explicó el estudio de Econviews.
Si se compara la relación entre el crédito al sector privado y el PBI de la Argentina con otros países, el contraste es notorio. En brasil, el financiamiento representa el 40% del PBI y en Chile, llega al 60%, siendo la mitad de dichos valores el préstamo destinado a las empresas.
"Si uno mira las tasas, el crédito más largo es a un año . Una LEBAC (letra que el Central coloca a la banca privada para financiarse) rinde 14 y 15%, y llevada a 3 años, no hay plata a tasa fija", advirtió a iProfesional.com el director de Econviews, Miguel Kiguel.
En este sentido, el también ex subsecretario de financiamiento entre 1996 y 1999, señaló que si el Central, el ANSES o el Nación prestan a esas tasas a las empresas, "van a tener que tomar un riesgo muy alto".
Con una inflación creciente, economistas y banqueros prevén que la tasa de interés inevitablemente va a tender a ubicarse en el mismo nivel o a superarla.
"El que preste a una tasa más baja que la inflación va a tener que hacerlo a pérdida, y no hay bancos privados que lo hagan . Los préstamos más largos ahora son los hipotecarios a una tasa del 20% y son a cuenta gotas porque es un producto de un riego financiero importante", añadió.
En este contexto, el problema que enfrenta el Gobierno es que como resultado de la incertidumbre respecto a la evolución de la inflación, el tipo de cambio y el riesgo país, las empresas no llevan adelante grandes inversiones y el financiamiento que está disponible en pesos y a tasa fija es en su mayor parte a corto plazo.
En efecto, el informe de Econviews muestra que "de los préstamos otorgados a empresas en los últimos meses apenas el 22% de los documentos se otorga a más de un año y son casi insignificantes aquellos de mediano plazo y la mayoría comprende montos no demasiado importantes".
Un monto equivalente en tanto corresponde al financiamiento por medio de adelantos que tienen menos de 30 días a vencimiento, lo que agrega un considerable riesgo de tasa de interés y de refinanciamiento de difícil/escasa cobertura.
Las planes de Marcó Del Pont
Ya en su primera reunión con los bancos a mediados de febrero, la titular del Central expuso los objetivos de su gestión que desde el mercado son vistos como "desarrollistas" y que, según los anuncios hechos hasta ahora, apuntarían en parte a combatir la inflación mediante la expansión del crédito sin recurrir al enfriamiento de la economía.
Ante los representantes de Adeba, ABA, Abappra, el Credicoop y la ABE, Marcó Del Pont destacó la holgada liquidez que muestra el sistema financiero y convocó a dichas entidades a trabajar alternativas que permitan volcar parte de esos fondos a la economía real y a mejorar la bancarización a nivel territorial.
Más allá de lo que indiquen las estadísticas oficiales, una de las preocupaciones centrales del Gobierno en este momento es la escalada inflacionaria que experimentaron en los últimos meses algunos sectores de la economía como el de los alimentos y el de los insumos importados desde Brasil.
Por ello, no es casual que en una de sus primeras reuniones la directora de la autoridad monetaria se haya entrevistado con la COPAL y ahora lo haga con la CAME.
Desde Econviews consideran que la política crediticia del Central justamente apuntará a los sectores productivos que tienen mayor incidencia en los precios de los bienes de consumo, en momentos que el precio de la carne sigue siendo elevado y los valores de los sustitutos, como el pollo, el cerdo y el pescado, comenzaron a subir también.
"Basados en los comentarios sobre la intención del gobierno de evitar los cuellos de botella en algunas actividades productivas, podemos suponer que el principal enfoque estará puesto en impulsar el crédito de los cultivos agrícolas y la cría de animales por un lado, y la elaboración de productos alimenticios y bebidas por otro, bienes que junto con productos textiles son de los más sensibles por sus efectos sobre la inflación para la sociedad ", señaló la consultora.
La pregunta que flota en la city financiera es cómo hará el BCRA para lograr que las entidades privadas abran el custodiado grifo del financiamiento.
En la reunión que mantuvo Marcó del Pont con economistas a fines de febrero, Ernesto Gaba, economista jefe del Banco Francés, planteó como alternativa la posibilidad de que las tasas de los créditos al consumo subsidien las de los créditos a la producción.
En cambio, Kiguel señaló a este medio la opción de que el Banco Central subsidie a los bancos privados.
"Lo que hay que hacer, como en otros casos, es un swap de tasas . El Estado a través del BCRA, de un fondo, o una partida presupuestaria, toma el riesgo de la suba de tasas", dijo.
En este sentido, explicó que si las tasas de interés no se mueven respecto de niveles actuales o bajan, el estado ganaría, y si suben el estado debería compensar a los bancos.
Sin embargo, en el entorno de Marcó del Pont aseguran que el estímulo al crédito productivo no se solucionaría con tasas subsidiadas más bajas. Por ello, los interrogantes sobre las herramientas que utilizará el Central para bajar las tasas y limitar el impacto inflacionario mediante la expansión del crédito, siguen planteados y parecen, al menos en el corto plazo, difíciles de resolver.
Juan Manuel barca
©iProfesional.com
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