El anterior es un ejemplo de lo que los economistas especializados en tecnología y organización industrial conocen como “Path Dependence” (”dependencia del sendero”). “En la práctica, muy pocas cosas están construidas desde cero, la mayoría de los inventos vienen condicionados por otros que ya existían”, explica Roberto Bisang, de la Cepal, “con el paso del tiempo y su difusión en red, se hace difícil volver atrás, por más que aparezcan sustitutos mejores”.
En la Argentina, son pocos los economistas que siguen este tipo de temas (Bernardo Kosacoff, de Cepal al igual que Bisang, Andrés López de la UBA, Gabriel Yoguel de la UNGS), pero la “dependencia del sendero” es un fenómeno fundamental en aquellos procesos tecnológicos que conllevan altísimas barreras de entrada una vez que se adopta una norma determinada (TV digital, triple play, etc).
Casos de estudio de libro sobre “dependencia del sendero” son el sistema operativo Windows, de Microsoft, defectuoso y con alternativas mejores, que no pueden competir con su posición dominante de mercado.
Pero tal vez el más divertido de todos sea el del teclado “QWERTY”: esas son las teclas que están en la fila superior, a la izquierda, en la disposición tradicional. Expertos en ergonomía, neurólogos y lingüistas han demostrado que el teclado QWERTY es altamente ineficiente. La disposición ideal, de hecho, varía según el idioma. Pero el teclado está tan difundido en dispositivos de todo tipo que es imposible volver atrás.
Su razón de ser: el ingeniero Christopher Sholes, que obtuvo la primera patente para este aparato en 1868, quiso que estuvieran juntas las letras para tipear “typewriter” (máquina de escribir) y facilitar la venta casa por casa. El caso es tan increíble que los economistas que estudian el tema de dependencia del sendero rebautizaron al campo académico como “QWERTYnomics”.
La cifra
96 Intentos formales se documentaron para mejorar el teclado tradicional, denominado “QWERTY”, creado en el siglo XIX. Ninguno de ellos tuvo éxito en reemplazar a la muy criticada iniciativa original.
Fuente: http://blogs.clarin.com
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