Pese a las apocalípticas advertencias de principio de 2009 para la economía mundial, la inflación se mantuvo a raya y los temores cedieron. La pregunta ahora es: ¿eso está por cambiar?
En los oscuros días de principios de 2009, estaban quienes advertían que había que tener cuidado con la inflación: los enorme paquetes de estímulo y los cada vez mayores balances de los bancos centrales destruirían el valor del dinero que tanto nos costó ganar. Los mercados de bonos soberanos estuvieron de acuerdo; por ejemplo, desde los mínimos de diciembre de 2%, los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez años subieron 170 puntos básicos en seis meses.
Pero la inflación se mantuvo muda y los temores cedieron. La pregunta es: ¿eso está por cambiar?.
En todos lados, los informes de la inflación de enero reflejaron cifras superiores a las esperadas. Los precios al productor en Estados Unidos subieron 1,4%, 60 puntos básicos más que lo pronosticado.
En Canadá, los precios al consumidor treparon a su mayor ritmo en más de un año. Mientras tanto, el comité de política monetaria británica escribió otra carta al Tesoro explicando por qué la inflación está en un punto porcentual superior a la meta.
Los países, desde Israel hasta Indonesia, también están teniendo problemas para contener los precios. Muchas de estas rachas se deben a que aumentaron los costos de la energía y de los alimentos. Las comparaciones directas interanuales siempre fueron poco favorecedoras, pero deberían moderarse con el correr de los meses.
También hay señales de que los precios reciben presiones en algunas mediciones importantes, por ejemplo las de los medicamentos de venta bajo receta en Estados Unidos. Si bien es correcto observar tendencias que no incluyan energía y alimentos, sería incorrecto buscar seguridad en los números benignos.
Después de todo, los valores del combustible y del arroz importan tanto a los europeos como a los vietnamitas. Y si esos productos se vuelven más caros, las expectativas inflacionarias pronto pueden irse para arriba. Quizás ya esté sucediendo eso.
La tasa de inflación de equilibrio para los bonos del Tesoro a 5 años subió aún más en las últimas semanas. Eso es preocupante. Pero eso no garantiza inflación -la tasa de 1,9% todavía es bastante inferior al nivel de comodidad de 2,5% de la Reserva Federal y a la norma anterior a la crisis-. Seguramente, si la Fed estuviera preocupada estaría preparando a los mercados para un incremento en la tasa de Fondos Federales.
En cambio, los pequeños ajustes a la tasa de descuento -casi irrelevante hoy en día-, sugiere que la Fed está relajada en lo que respecta a la inflación. Nadie debería estarlo.
FUENTE: elcronista.com
En los oscuros días de principios de 2009, estaban quienes advertían que había que tener cuidado con la inflación: los enorme paquetes de estímulo y los cada vez mayores balances de los bancos centrales destruirían el valor del dinero que tanto nos costó ganar. Los mercados de bonos soberanos estuvieron de acuerdo; por ejemplo, desde los mínimos de diciembre de 2%, los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez años subieron 170 puntos básicos en seis meses.
Pero la inflación se mantuvo muda y los temores cedieron. La pregunta es: ¿eso está por cambiar?.
En todos lados, los informes de la inflación de enero reflejaron cifras superiores a las esperadas. Los precios al productor en Estados Unidos subieron 1,4%, 60 puntos básicos más que lo pronosticado.
En Canadá, los precios al consumidor treparon a su mayor ritmo en más de un año. Mientras tanto, el comité de política monetaria británica escribió otra carta al Tesoro explicando por qué la inflación está en un punto porcentual superior a la meta.
Los países, desde Israel hasta Indonesia, también están teniendo problemas para contener los precios. Muchas de estas rachas se deben a que aumentaron los costos de la energía y de los alimentos. Las comparaciones directas interanuales siempre fueron poco favorecedoras, pero deberían moderarse con el correr de los meses.
También hay señales de que los precios reciben presiones en algunas mediciones importantes, por ejemplo las de los medicamentos de venta bajo receta en Estados Unidos. Si bien es correcto observar tendencias que no incluyan energía y alimentos, sería incorrecto buscar seguridad en los números benignos.
Después de todo, los valores del combustible y del arroz importan tanto a los europeos como a los vietnamitas. Y si esos productos se vuelven más caros, las expectativas inflacionarias pronto pueden irse para arriba. Quizás ya esté sucediendo eso.
La tasa de inflación de equilibrio para los bonos del Tesoro a 5 años subió aún más en las últimas semanas. Eso es preocupante. Pero eso no garantiza inflación -la tasa de 1,9% todavía es bastante inferior al nivel de comodidad de 2,5% de la Reserva Federal y a la norma anterior a la crisis-. Seguramente, si la Fed estuviera preocupada estaría preparando a los mercados para un incremento en la tasa de Fondos Federales.
En cambio, los pequeños ajustes a la tasa de descuento -casi irrelevante hoy en día-, sugiere que la Fed está relajada en lo que respecta a la inflación. Nadie debería estarlo.
FUENTE: elcronista.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No insultos, No palabras obsenas, NO razismo