El Gobierno quiere recibir más fondos del Banco Mundial y del BID, que están recortando recursos.
Mientras se juega internamente un duro partido por el uso de las reservas, el Gobierno se queja puertas afuera del país porque los bancos multilaterales de crédito no le prestan más dinero para pagar la deuda y financiar obras.
El viceministro de Economía, Roberto Feletti, indicó en diálogo con LA NACION que, en un mundo que no salió de la crisis, "el Banco Mundial apunta a prestar menos y a subir el costo de los créditos".
Además, el funcionario señaló que tampoco surgen posibilidades de conseguir más dinero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por las trabas en la recapitalización de este organismo por parte de los países desarrollados.
Días atrás, se realizó una reunión del BM en Washington, donde se discutió el nuevo cálculo del poder que cada país tendrá en el directorio del organismo que conduce Robert Zoellick.
Allí quedó claro que, de América latina, Brasil y Colombia serán favorecidos por esta modificación y la Argentina sufrirá una leve pérdida, del 0,09%.
Y aunque el retroceso suene insignificante, significa que el Gobierno no podrá solicitar más fondos de los que tenía programados, en un contexto de crecientes problemas fiscales.
"Algunos países desarrollados en el BM se niegan a prestarles más plata a los países de ingresos medios y, más aun, proponen subir el costo de los créditos", se quejó Feletti.
El diagnóstico en el Banco Mundial es que, como América latina salió mejor parada que otras regiones de la crisis económica global, no requiere tantos recursos como los países más pobres.
Por eso, la idea de los miembros más ricos del directorio del BM es concentrar los recursos que surjan de la recapitalización adicional de la entidad sobre estas naciones más castigadas.
Con un enfoque diferente, el Gobierno también tiene problemas para lograr más recursos del BID, por las discusiones que ya llevan más de tres años en torno de la recapitalización del banco.
El debate en la entidad que conduce el colombiano Luis Moreno se redobló por los desastres naturales en Haití y en Chile, que demandarán más recursos. Se espera alguna definición en la asamblea anual del organismo, prevista desde el 18 de este mes en Cancún, México.
Feletti admitió que la discusión para aumentar la capacidad prestable del BID a unos US$ 14.000 millones anuales "está muy complicada", entre otros motivos, por la dureza del Congreso de Estados Unidos para destinar más fondos al resto de la región sin un mayor control de su destino.
Pese a estas quejas, la Argentina terminará este año con un resultado neto positivo -desembolsos menos pagos- tanto con el BM como con el BID y con la Corporación Andina de Fomento (CAF), por un total de US$ 738 millones.
En particular, el BID desembolsará US$ 1615 millones y cobrará US$ 1227 millones. Más aún, cubrirá los pagos de capital e intereses.
La suma se acerca a los US$ 1600 millones desembolsados en 2009; en ambos casos, son montos récord para la Argentina, salvo la cifra otorgada en 1998. Pero mientras aquel dinero se destinó a financiar programas de ajuste, éste se focalizará en programas sectoriales de inversión.
En el caso del BM, las cifras serán de US$ 1152 millones y US$ 888 millones, con un saldo positivo por segunda vez consecutiva desde 2002.
En 2009 el banco otorgó al Gobierno US$ 1450 millones (840 millones para el demorado proyecto de saneamiento del Matanza-Riachuelo, 450 millones para protección social básica y 150 millones para un programa de transporte urbano. Y en el de la CAF, serán 168 y 82 millones, respectivamente.
Restricciones globales
Las restricciones que enfrenta la Argentina se dan en un contexto de mayor puja por los fondos de estos organismos, mientras la mayoría de los países emergentes rechaza tomar los créditos condicionados del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el caso puntual del BID, la Argentina aparece como el país más favorecido en términos de obtención de créditos si se compara su PBI per cápita con los de Perú, Ecuador, Venezuela y Colombia.
Por otro lado, EE.UU. muestra cierta resistencia a cooperar con la recapitalización del organismo regional, porque entiende que si cede en ese caso, también se le reclamará un aumento de su aporte en el Banco Mundial y en los otros bancos internacionales en los que participa como aportante.
Fuente: Martín Kanenguiser
LA NACIO.com
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